Capitulo 41"Tenemos un trato?"

-Santos!!Santos Luzardo te detesto!! Te odio! Bájame!!-le decía Bárbara a gritos.

-Mientes! Mientes Bárbara!-decía sin detenerse.

-Eres un imbécil engreído! Bájame que no estoy bromeando!!Santos! Eres un…-Bárbara se quedo callada al ser bajada por Santos por fin, cuando Babara se dio cuenta de donde estaban-Eres un desgraciado tramposo! Mira que traerme justamente aquí es bajo hasta para ti!-dijo mirando la poza de los suspiros.

-Bueno si soy un tramposo y que? Este lugar es especial para nosotros, Bárbara date cuenta que tu eres todo para mi lo sabes…por eso reaccione como…

-Lamento interrumpir tu discursito cursi pero podrías desatarme?-dijo irónicamente pero con la mirada furiosa.

-Solo para que te calmes y me escuches, para que hablemos sin pelear esta bien?-dijo mirándola tiernamente, Santos la desato y la miro arrepentido, le acaricio el cabello, tratando de abrazarla.

-Imbécil!-dijo pegándole

-Si que golpeas fuerte mi fiera…-dijo tocándose la mejilla.

-Te odio!-dijo mirándolo con los ojos cristalinos.

-Y yo te amo!-dijo el tomando sus muñecas y besándola apasionadamente, tan intensamente que ambos tuvieron que separarse para respirar

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-Perdón por las horas en que vengo pero te conviene mi visita….-dijo Gonzalo.

-No me digas…-dijo sarcásticamente.

-Si te digo querida…-dijo Gonzalo sonriendo cínicamente.

-No me interesa…

-Y si te digo que se trata de Santos Luzardo?-dijo Gonzalo dejando a la mujer inmóvil.

-Que le pasa a Santos?-respondió de inmediato.

-Primero no me invitas a pasar?

-Depende te sigue buscando la policía?-dijo arqueando las cejas sonriendo cínicamente, dejándolo pasar.

-Tu siempre tan bromista…-dijo mientras la puerta se cerraba.

-Ya me conoces…-dijo riendo descaradamente.

-Si…tan educada como siempre…Luisana…-dijo sentándose.

-A que viniste y no digas que a saludar por que no te creo…

-Que paso con la mujer educada y dócil que conocí…-dijo mirándola.

-Dime a que viniste?-dijo perdiendo la paciencia.

-Ya te dije…se trata de Santos Luzardo…

-Que le pasa?

-Nada…aun…eso depende de ti…-dijo Gonzalo.

-De que hablas?

-De nada…solo dime..Sigues enamorada de Santos?

-Que te importa…-dijo altivamente.

-Eso es un si…-dijo Gonzalo riendo.

-Bueno solo para eso viniste? Si es asi te puedes largar por donde llegaste…-dijo levantándose del sofá enojada.

-Tranquila Luisana siéntate…que te conviene…

-No veo en que me conviene hablar contigo de Santos…-dijo ella.

-Depende…de si quieres a Santos Luzardo para ti sola…

-Que?-dijo con interés.

-Si quieres que Santos este contigo como antes si o no…

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-Santos te juro que yo no hice nada para que Gonzalo…-dijo Bárbara con los ojos cristalinos, a punto de soltar las primeras lagrimas, Santos la miro y sintió la verdad en sus ojos, en esos ojos que tanto adoraba ver siempre, esos ojos azules que no le mentían, y que ahora se le clavaban como cuchillos en el corazón, desarmándolo por completo, Santos sintió un nudo en el pecho, y sin poder evitarlo tomo a Bárbara entre sus brazos, abrazándola fuertemente contra su pecho, sintiendo en sus ojos asomarse lagrimas.

-Te creo…-le dijo suavemente-Te creo necesito creerte, se que no fue tu culpa, te amo, te necesito, y siento que me muero de solo pensar que otro pueda tocarte…mi amor eres todo para mi y si te pierdo me muero…-le dijo sin apartarla de el, pero Bárbara se soltó de su abrazo, y lo miro a los ojos, a Santos lo que vio en sus ojos no le gusto nada.

-Por que?-le pregunto-Por que tenias que decirme todo eso primero? Por que no me dejas explicarte las cosas antes de hacer estupideces como esta, antes de lastimarme como lo haces? Es increíble que a estas alturas te atrevas a desconfiar de mi, que dudes que te amo, y aun peor que pienses que te puedo engañar…que puedo estar con otro que no seas tu!-dijo Bárbara sintiendo el alma partírsele en dos.

-Por que soy maldito celoso, por que de solo pensar que otro te toque o quiera tenerte me vuelo loco de celos, por que tengo miedo que dejes de amarme, por que si llegara a perderte la vida se acabaría para mi…Barbará no debí decirte esas cosas, por que en realidad no las pienso ni las creo, pero la rabia y los celos me hicieron decir cosas horribles como esas, y te lastima lo se, pero no me pude controlar…perdóname…

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-Si, si quiero pero Santos esta casado..-dijo Luisana tratando se saber que se traía Gonzalo.

-Lo se..-dijo haciendo un gesto restándole importancia a ese hecho.

-Como?-dijo curiosa.

-Lo vi con su…flamante esposa…ese desgraciado suertudo se caso con la bella Bárbara Guaimaran…-dijo arqueando las cejas al ver la cara de Luisana.

-Entonces para que demonios me preguntas si ya sabes que esta con ella…solo para burlarte?

-No claro que no, y si te pregunte es por que al igual que tu quieres a Santos, yo quiero a Bárbara solo para mi…solo para mi…

-Y a mi eso que?

-Que si tu me ayudas podríamos separarlos y tu tendrías a tu querido Santos y yo me ahorro el trabajo de quitarlo de mi camino…

-Y tu que ganas?-dijo ella.

-Eras mas lista antes querida…mi ganancia seria quedarme con Bárbara, esa mujer tiene que ser mía…y con tu ayuda no tendría que dejarla viuda para que sea mía…-dijo sin importancia.

-Estas loco…demente…-dijo Luisana creyendo que bromeaba.-Que le ven a esa mujer si es linda pero no para tanto…

-Es bellísima y ese carácter que se manda la condenada eso le vemos…Es simplemente irresistible…-dijo burlonamente.

-Vaya que te tiene encandilado la mujer…-dijo riendo.

-Si, y mucho yo la quiero a ella y tu a Santos los dos salimos ganando…

-Y si no acepto?

-Bárbara tendrá que quedarse viuda por que yo no renuncio a ella…-dijo despreocupadamente.

-Tu no puedes tocar a Santos!-dijo levantándose rápidamente.

-Tranquila que no pienso hacerlo!-dijo riendo.

-Pero tu…

-Es una broma Luisana…existe el divorcio sabias?-dijo irónicamente.

-Que piensas hacer?

-Primero dime si lo quieres contigo si o no…

-Yo…

-Mira piénsalo, mañana vengo a buscarte y me das una respuesta…

-Perfecto…-dijo Luisana cerrando la puerta, cerro los ojos apoyándose en la puerta ahora cerrada-Si lo hago Santos seria mío de nuevo…como antes…-dijo para si misma

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-Tienes suerte de que te ame tanto..-dijo mirándolo.-Por que créeme que si no lo hiciera ya estarías en el mismísimo infierno…

-Tienes razón tengo demasiada suerte de que me ames…

-Si lo sabes por que dudas?

-Por que yo se que me amas y eso es tan maravillosamente increíble que no termino de creérmelo mi amor, y se que otros quisieran mi lugar…

-Nadie puede tener lo que tu tienes por que yo soy tuya, solo tuya…-dijo Bárbara

-Lo se, por eso me mata pensar que otro bese estos labios que son míos…-dijo besándola-Que alguien mas toque tu piel, que otro pueda mirar esos ojos que me hipnotizan…tu Bárbara eres mi perdición, tu haces lo que quieras conmigo…-dijo Santos tomándola de la cintura fuertemente, besándola con pasión desmedida, sintiendo en ese beso, la lucha entre ellos, queriendo demostrar quien controlaba a quien, en ese beso lleno de amor, de pasión, de tantas cosas que sentían y habían entre ellos, se perdieron en ese beso tan intenso

 Santos y Bárbara estaban besándose como nunca y a la vez como siempre, ella le arranco los botones de su camisa con rapidez, Santos no se quedo atrás y la blusa de ella fue desabrochada por sus manos que se detenían lentamente sintiendo la piel de ella, tan suave y tersa que Santos tocaba el cielo, mientras se besaban las prendas fueron pasando al olvido, ambos estaban perdidos en el otro, sabiendo que por mas peleas y cosas que pasaron ellos siempre serian Bárbara Guaimaran y Santos Luzardo y con eso les bastaba para saber que su amor era mas fuerte y grande que todo, tanto que a pesar de tantos desencuentros se encontraban ahora juntos y esta vez seria para siempre, siempre juntos siendo simplemente Bárbara Guaimaran y Santos Luzardo.

Los rayos del sol apenas y estaban saliendo, Bárbara estaba dormida entre los brazos de Santos parecía un ángel pensaba el, sus prendas de ropa era lo único que los cubría, Santos la miraba embelesado, le dio un suave beso y le aparto un mechón de su cabello castaño que le cubría el rostro, Santos sonrió al verla.

-Perdóname por amarte tanto, sabes que odio cuando lloras por mi o cuando sufres por mis estupideces, pero nunca olvides que eres lo mejor de mi vida…-le susurro Santos acariciándola.

Después de varios minutos Bárbara se despertó poco a poco recostada sobre el pecho de Santos que estaba mirándola, Santos paseaba su mano por su espalda acariciándola, Santos la miro con una leve sonrisa.

-Buenos días guapa…-dijo besándola suavemente.

-Buenos días guapo-dijo ella riendo.

-Que noche que pasamos…-dijo Santos estrechándola a el.

-No se por que siempre caigo contigo…

-Por que me amas…y por que yo hago lo mismo-dijo riendo, al besarla.

-Tenemos que…-Santos la interrumpió con otro beso-Volver a la casa…

-Ahorita?-dijo pícaramente Santos.

-Si…

-No pasa nada por unos minutitos mas…-dijo besándola

-Que tiene en mente doctorcito?-dijo pícaramente, pasando sus brazos alrededor del cuello de Santos.

-Bueno ahorita…hacerle el amor a mi esposa, llenarla de caricias, de besos, y besos y mas besos…-decía Santos, haciendo reír a Bárbara.

-Y luego?

-Y luego….Bueno esto tendré que inventarlo por que solo pensé en muchos besos de estos labios tan ricos que tienes…-besándola, mordiendo su labio inferior-Que te parece si nos pasamos el día juntos con nuestros hijos…le parece señora Luzardo?-dijo jugando con su cabello.

-Me encanta la idea…-dijo besándolo.

-Bueno en cuanto lleguemos a la hacienda me esperas en la casa es que yo…tengo que ir a Altamira por los documentos, con todo lo de ayer no los deje ahí, pero luego tu, yo, y nuestros adorados hijos nos vamos a pasear por ahí…que dices?-dijo besándola.

-Como negarme…-dijo riendo.

-No tienes calor mi amor?-dijo Santos arqueando las cejas.

-Un poco…-dijo ella, Santos la guio hasta la poza, entre besos y caricias, Santos jalo a Bárbara hacia el, tomándola fuerte para besarla.

-Me tienes loco Bárbara…

-Te amo Santos!

-Tu eres mi vida-dijo sonriendo.

-Y tu la mía…-le dijo ella besándolo.

-Tu corazón y el mío…siempre juntos recuerdas?-dijo tomando el dije que colgaba del cuello de Bárbara.

-Siempre juntos…

-Como debió ser desde el principio…

-Como será siempre hasta el final…-le dijo ella rodeando su cuello

-No, entre tu y yo no hay final, por que ni siquiera la muerte puede hacer que yo deje de amarte tan locamente…-dijo besándola intensamente.

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Luisana paso la noche entera pensando en la propuesta de Gonzalo, en si debería luchar por conseguir a Santos, ella recordaba su mirada cuando la ultima vez que lo había visto…junto a Bárbara, esa mirada que el tenia llena de felicidad, de alegría, de amor cuando el abrazo a la que ahora era su esposa, aun después de casi un año le seguía doliendo saber que estaba casado con otra, y aun mas saber que ese día le dijeron que Bárbara le iba a dar un hijo, un hijo que ahora los unía para siempre...

Luisana se los imagino a ellos con su hijo y sintió el corazón partírsele en mil pedazos, aunque tenia la duda sembrada de si Santos de verdad la amaba Luisana sabia que así era, pero una parte de ella se negaba a creerlo, una parte de ella pedia a gritos aceptar la propuesta de Gonzalo, la idea de tener a Santos con ella era demasiado tentadora, la idea le gustaba demasiado…

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Bárbara estaba poniéndose su blusa, tenia el cabello mojado, mientras Santos igual terminaba de vestirse, se acerco lentamente a su mujer rodeándola por la cintura pegándola a el, besando su cuello, mientras ella se abrochaba su blusa.

-Eres preciosa…

-Gracias mi amor…-dijo ella volteando para mirarlo, Bárbara le abrocho la camisa a Santos.

-Me haces inmensamente feliz Bárbara…

-Como tu a mi..-dijo tomándolo del cuello de la camisa dándole un beso.-Pero ya vámonos…-dijo riendo sin soltarse de el.

-Si, mi Barbarita ya vámonos…-dijo riendo al besarla.

-Ah antes como tu me trajiste tu me llevas…-dijo divertida, saltando a la espalda de Santos.

-Ah si? Esta bien es justo…-dijo riendo.

-Por cierto…no tengo perdonarte por amarme tanto…-dijo ella, sonrojando a Santos.

-Como…de que…

-De verdad creíste que estaba dormida?-dijo ella riendo, dándole un beso en la mejilla.

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Luisana estaba en su recamara, sentada frente a su espejo, recordando viejos momentos junto a Santos, lo amaba demasiado, la idea de tenerlo con ella era magnifica, ese pensamiento no la dejaba.

-Prima no vas a desayunar?-le pregunto Maurice entrando a la habitación, mirándola con la mirada perdida en el espejo.-Prima?

-Perdón…que pasa?-dijo al sentir su mano en su hombro.

-Que si no vas a desayunar?-dijo mirándola.

-No…no tengo hambre…-dijo mirándose en el espejo ausente.

-Moncherri estas bien?-dijo sentándose en su cama-Desde anoche que estas callada…que paso? Alguna visita interesante?-dijo Maurice inocentemente, Luisana se giro a mirarlo.

-Y tu como sabes? No estabas aquí…-dijo mirándolo.

-Cuando llegue el portero me comento…-dijo sonriendo.

-Ese chismoso voy a correrlo…

-Dime en que estas pensando?

-En…Santos Luzardo…-dijo como si nada.

-Que? Pero yo…creí que era cosa del pasado…-dijo extrañado.

-Tu sabes que no e dejado de amarlo…-dijo ella.

-A que viene que estés pensando en el?

-A que ayer vino a verme Gonzalo Zuluaga…para hablarme de el…

-Que quería?-dijo Maurice.

-Que lo ayude a separar a Santos de su de su esposa, tal parece que Gonzalo esta enamorado de la mujer de Santos…-dijo cínicamente.

-Que?-dijo casi gritando

-Maurice! Me vas a dejar sorda!-dijo Luisana riendo.

-Como que Santos Luzardo esta casado? Tu como…Gonzalo te lo dijo?

-No, irónicamente yo ya lo sabia hace bastante tiempo-Maurice la miro pidiendo que contara todo. -Ash…hace unos meses casi un año me lo encontré en el centro comercial con su ahora esposa…

-Y por que no me dijiste? Dime quien es esa mujer?-dijo Maurice con los ojos brillantes por el chisme.

-No te dije por que no quería ni recordarlo, esa mujer es Bárbara Guaimaran…-dijo agachando la mirada.

-Que? Santos y Barbara…como? Cuando? Canútamelo todo moncherri…

-Si ellos Maurice estaban juntos…

-Prima quiero detalles todo!-dijo riendo

-Bueno fue hace casi un año, estaba de compras y de casualidad me los encontré…

-Es increíble esa mujer tan fiera logro tenerlo…aunque en el fondo siempre presenti que terminarían juntos ese par…

-Si y cuando me acerque Barbara y yo discutimos, Santos la defendió, y ahí me di cuenta que en realidad la amaba…

-Un momento que rayos paso con esa mujer?-dijo Maurice provocando risa de Luisana.

-Cambio eso paso…-dijo Luisana-No me preguntes como o por que pero la Bárbara Guaimaran que tu y yo conocimos era otra, seguía igual de fiera claro pero algo en ella era distinto se volvió buena por decirlo de una manera, terminamos…pidiéndonos perdón mutuamente, dejamos todo en el pasado, y luego me fui…-dijo bajando la mirada.

-No te creo que se pidieran disculpas….-dijo Maurice.

-Si, es verdad, y me dolió mucho verlos juntos…

-Me imagino, tu lo sigues queriendo

-Si lo amo, pero no se…me di cuenta que Santos la ama mas de lo que llego a quererme a mi…

-Por que lo dices prima?

-Por su mirada, Santos la miraba de una manera…como nunca lo hizo conmigo, la ama como no se explicarte, y ella igual hasta cambio por el los vi…felices juntos.

-Wou Luisana pero… digo siempre supe que el la amaba por todo lo que se hacían ese par era un juego de poder o por lo menos lo era antes…No termino de asimilas que Doña Bárbara cambio…

-Lo hizo y no solo por Santos…-dijo triste.

-A que te refieres?

-Ese día ellos iban a ir con el medico…por que Bárbara estaba embarazada…

-No juegues conmigo moncherri…

-Crees que bromearía?-dijo seria-Su hijo o hija no se, ya debe de tener unos meses de nacido

-Me los imagino esos dos son una pareja hermosa bellísima digna de recordar-dijo Maurice riendo al ver a Luisana-Santos es guapísimo y Bárbara pues perdón Luisana pero es una mujer muy hermosa….

-Si, quizá eso igual me dolió en mi orgullo se veían bien juntos …

-Por que pensaste en esto? Solo por Gonzalo que te pidió que…

-Separarlos, al parecer Gonzalo quiere a Bárbara para el

-Tu no habrás aceptado…

-Dijo que quería una respuesta…

-Luisana Requena tu no puedes aceptar!-le dijo Maurice.

 -Por que no? Y si Santos no es feliz con ella?

-Me acabas de decir que…

-Eso fue hace mucho que tal que..

-No te engañes prima son felices tienen un hijo…

-Lo amo Maurice…

-Pero el a ti no! Si lo amas déjalo ser feliz, no hagas que termine odiándote, tu y la doña se pidieron perdón, si intentas algo contra ella sabes a lo que te atienes prima esa mujer no es rival para ti, por que si una vez saliste con vida por suerte, ahora puede que no tengas esa suerte…-Maurice salió de la habitación dejándola peor de confundida.

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Bárbara y Santos llegaron a la hacienda entre risas y besos, aun era bastante temprano.

-Listo señorita…llegamos-dijo Santos bajando a Bárbara.

-Muchas gracias doctorcito…-dijo ella.

-Se esta aprovechando de mi doña….-dijo señalándola.

-Un poco…alguna manera en que pueda agradecerle?-dijo besándolo, el la rodeo con sus brazos, dándole vueltas.

-Me encantas!!Me fascinas! Soy tu dueño pero también soy tu esclavo…-dijo el tomándole el rostro.

-Te equivocas…-dijo acercándose y apartándose de sus labios dejándolo con ganas de un beso.

-Por que?

-Por que yo…no tengo dueño.-dijo pícaramente metiéndose a la casa.

-Ah no?-dijo el siguiéndola, la alcanzo y la arrincono en la pared.

-No…-dijo ella sonriendo.

-Y yo que soy entonces?-le pregunto acercándose a sus labios.

-El amor de mi vida(sonriéndole)

-Eso me gusta muchísimo mas…-dijo besándola.

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Bárbara estaba en su recamara frente al espejo terminando de arreglarse, Santos se acababa de irse y le había dicho que hacia Altamira, Bárbara le había dicho que se quedaría en la hacienda, pero ella tenia cierto asunto pendiente, tenia y quería comprobar que el infeliz de Gonzalo Zuluaga se hubiera largado del pueblo.

Se dio una ultima vista al espejo y quedo feliz de su aspecto igual de hermosa que siempre, sonrió para si misma y fue al cuarto de sus hijos, los vio en su cuna despiertos, Bárbara los saco de sus cunas y los vistió y los dejo listos para llevarlos con ella.

Bárbara tenia en brazos a Félix dándole su biberón de leche, cuando entro Casilda con Genoveva.

-Doña aquí esta el biberón de la niña…-le dijo Casilda.

-Gracias ya debe tener hambre mi niña-dijo mirando a Barbarita, que estaba entretenida jugando con un muñequito dentro de su cuna.

-Si quiere yo puedo darle su leche-se ofreció Casilda.

-Si, ,Genoveva por favor pide que preparen la camioneta…

-Si Doña…-dijo saliendo del cuarto.

-Así que va a salir con estos angelitos con razón los dejo tan guapos-dijo Casilda riendo, tomando a Barbarita.

-Si, voy al pueblo…

-Y no va a esperar al patrón?-dijo mientras le daba su biberón a la bebe.

-No tardare mucho, además el esta en Altamira y se tardara un poco, en caso de que el vuelva ante que yo, le podría decir que estoy ahí..

-Claro que si, Que bien que se arreglaron, ustedes son una pareja hermosa…

-Gracias Casilda, tu as sido muy buena conmigo…

-Bueno pues usted es la patrona del Miedo y de Altamira, ahora la conozco igual que al patrón…usted se gano el cariño no solo mío, si no de muchas personas…

-Si, además nos ayudas mucho con estos pequeñitos…

-Es que estos nenes se roban el corazón de todos…eso si cuando crezcan tendrán su carácter eso desde ahora se ve, igual que usted y el patrón-dijo riendo.

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-Mondragones!!-grito Bárbara con la nena cargada.

-Que pasa Doña?-preguntaron ambos apareciendo.

-Vamos al pueblo…Quiero que me lleven a casa de Cecilia.

-Como ordene Doña…

-Que tal le fue con el trabajito que les deje?-dijo mientras unos peones metían las cosas de los nenes en la camioneta.

-Muy bien mi Doña, nadie noto la mascotita que le dejamos al tal Zuluaga…-dijo León.

-Perfecto muchachos…

-Yo creo que se hombre salió pero huyendo del pueblo en cuanto vio su regalo mi Doña…

-Si sabe lo que le conviene y aprecia su vida de seguro que se fue muchachos…

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Santos estaba con Antonio en el pueblo…

-Que terco eres Santos Luzardo!

-Antonio lo voy a hacer, tengo que hacerlo, le voy a dejar las cosas muy claras a ese desgraciado de Gonzalo…

-Te vas a pelear con el? Piensas golpearlo?-le dijo mirándolo.

-No, pero quiero que sepa que a mi mujer no se vuelve a acercar!

-Te recuerdo que tu mujer piensa que estas en Altamira, y se va a enojar si sabe que no estas ahí, y que piensas ir a provocar a Gonzalo…

-Bárbara esta en el Miedo, además luego se lo diré yo mismo.

-Pero…

-Tu mejor regresa a Altamira por si Bárbara va por ahí…

-Que? Quieres que te cubra con Bárbara?

-Si

-Pero Santos…esa mujer me va a sacar la verdad sin esfuerzo.

-Pues estoy seguro que te las ingeniaras muy bien para que eso no pase hermano…-dijo alejándose de el, Antonio suspiro y se fue hacia Altamira, mientras Santos entraba al hotel del pueblo, se acerco a Josefa.

-Doctor Luzardo que lo trae por aquí?-le pregunto ella.

-Josefa en que habitación esta Gonzalo Zuluaga?

-En ninguna-dijo ella.

-Como que en ninguna? En que cuarto se esta quedando?

-Se quedaba doctor, ese hombre ayer se fue del pueblo.

-Que?

-Si, salió con su maleta y todo…

-Gracias Josefa….-dijo Santos.

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-Hola Bárbara..-dijo Cecilia abriendo la puerta, viendo a Bárbara con los niños en su carriola.

-Hola Cecilia…-dijo pasando a la casa.-Y mi Toñito?-pregunto ella.

-En el colegio en un rato tendré que ir por el-dijo jugueteando con sus ahijados-Y como quedo todo anoche?-le pregunto al cargar a Barbarita.

-No creo que quieras detalles…-dijo descaradamente.

-Crees bien Bárbara…

-jajajaja después de que tu sobrino me amarro ya te imaginaras como se pusieron las cosas…-dijo alzando a su hijo.

-El resumen estaría bien, ahórrate los detalles con mi sobrino, te reconciliaste con el?-dijo Cecilia besando a la niña.

-Si-dijo Bárbara sonriendo.

-Que bueno..

-Tu sobrino puede ser bastante persistente y muy…persuasivo…

-Me imagino

-Cecilia necesito un pequeño favor-dijo Bárbara inocentemente.

-Cual?

-Primero no me regañes ni me sermonees esta bien?

 -Dios que hiciste?

-jaja nada…grave-dijo ella-Santos esta en Altamira y se supone que yo estoy en el Miedo, pero tengo cierto asuntito que terminar de resolver aquí en el pueblo, y quería pedirte que por favor cuides a tus queridos ahijados mientras resuelvo eso.

-Que vas a resolver Bárbara?

-No tardare mucho tengo que llegar a la hacienda antes que Santos.

-Tu no aprendes verdad?

-Que no me regañes me harías ese favor?

-Si, yo encantada de la vida me quedo con mis ahijados.

-Gracias Cecilia eres un ángel!!

-Que tienes que hacer?-volvió a preguntarle.

-No quieres saber-dijo rápidamente.

-Bárbara…

-Luego te cuento…-dijo riendo y besando a su hijo.

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-Prima tienes visita…-le dijo Maurice entrando al cuarto de Luisana.

-Gracias-dijo yendo a la puerta, pero Maurice le tomo la muñeca deteniéndola.

-No caigas tan bajo por un hombre que no te quiere, si antes trataste de impedir que estuvieran juntos y fue inútil, tu crees que ahora que lo están y con un hijo lo lograras? Ya te as humillado demasiado por el…piénsalo moncherri…-dijo Maurice saliendo detrás de ella.

-Yo me voy para que estén cómodos…-Maurice salió de la casa, dejando a Luisana sola frente a Gonzalo que la esperaba ansioso.

-Hola guapa…-la saludo.-Y bien?-dijo el.

-Ya me decidí…-dijo completamente segura.

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Bárbara llego al hotel ,y se acerco de inmediato a Josefa.

-Doña que se le ofrece?

-La llave de la habitación de Gonzalo Zuluaga…-dijo altivamente.

-Gonzalo ya no esta aquí…

-No me digas así que ese cobarde ya se fue…-dijo sonriendo.

-Si, ayer agarro sus cosas y se fue del pueblo…

-Dijo algo?

-No

-Dame la llave de la habitación que ocupaba-dijo altaneramente.

-Para…

-No preguntes y dámela

-Si Doña Bárbara…-Josefa se la entrego y ella sonrió de satisfacción fue  a la habitación, abrió la puerta y la vio vacía sin rastro de Gonzalo, entro para revisar que no hubiera dejado nada…

-Mas te vale que no vuelvas por aquí desgraciado…-dijo Bárbara.

-Ojala que tengas razón mi amor…-dijo una voz detrás de ella, ella se giro y vio a Santos parado detrás de ella con una sonrisa traviesa al haberla descubierto, Bárbara lo miro sorprendida.

-Santos!

-Hola mi vida…

-Que…que haces aquí?

-Lo mismo te pregunto Bárbara-le dijo el.

-Que no se supone que estabas en Altamira?-le dijo ella en su defensa.

-Y tu en el Miedo?-le contraataco el, ambos mirándose a los ojos al haber descubierto al otro, y con ganas de salir bien librados de esa…

Continuara…