lunes, 16 de enero de 2012

Capitulo 2"Los celos"


-Santos suéltalo ya! Diego por favor detente!-Bárbara que se había hartado de verlos queriendo matarse, así que se metió entre ellos como pudo, haciendo que ambos se separaran para no lastimarla a ella, todos en el lugar miraban la escena, el doctor Luzardo perdiendo los estribos de aquella manera no se veía a diario.
participacion especial:Jose Luis Resendez
-No, Bárbara este imbécil se paso contigo, así que se atenga a las consecuencias, se lo tiene bien merecido, déjame partirle la cara, se lo merece!-decía Santos queriendo ir por Diego pero como Bárbara estaba en medio de los dos no pudo, ya que si lo hacia la lastimaría…
-Ya! No se dan cuenta del espectáculo que están armando? Par de estúpidos! Tu eres un imbécil aprovechado (señalando a Diego)Y tu un celoso peleonero(mirando a Santos)- tomo de la camisa a Santos y prácticamente lo arrastro fuera de ahí, donde todos tenían la mirada fija en ellos.

-Me hubieras dejado partirle la cara a ese, para que le quede claro que contigo no se mete, para que sepa que tu solo eres mía- decía Santos en la calle, rojo de celos y rabia, tenia sangre en el labio, y varios manchones de la camisa.
-Santos ya no importa, además que mas querías, casi se matan..-dijo limpiándole la herida de su labio, lo tenia sangrando.
-Y encima lo defiendes? En lugar de que me des la razón? Claro seguro le diste motivos para que te besara! Seguro le coqueteaste como lo haces siempre!-dijo sin pensar, retumbándole las palabras que le dijo Marisela hace poco…
-Eres un imbécil, un idiota!-le grito yendo a su caballo para irse de ahí, le habían dolido las palabras de Santos.
-Bárbara mi amor, perdón, no pensé lo que dije-dijo alcanzándola.

-Que no pensaste tus palabras? Pero las dijiste! Eso significa que las crees, que de verdad crees que seduzco a cuanto hombre se cruza frente a mi, que no te amo lo suficiente como para serte fiel!, pues sabes que? Si. Si me lo quería llevar a la cama! Si me iba a acostar con el!-dijo furiosa, tocando el clavo para encender aun mas a Santos.
-Lo sabia, sabia que te le habías insinuado si no por que el iba a reaccionar así?, no lo puedo creer, tu jamás vas a cambiar, siempre serás una…-Santos fue callado por una cachetada que le dio Bárbara dejándolo impactado.
-Imbécil eres un maldito estúpido! Como puedes pensare algo así? yo no le di motivos, el pensó que estaba sola, pero si crees que te engaño, y que jamás cambiare olvídate de mi, y en tu vida vuelvas a buscarme-dijo montando su caballo, dejando solo a Santos en la calle, maldiciéndose por lo que le había dicho.

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Santos estaba de no creerlo, había peleado con Bárbara por una estupidez, por algo que ella no tenia culpa, ella lo dejo por sus malditos celos, por dejarse cegar, por dudar de ella, por toda la rabia que sentía en ese momento, regreso al hotel y pidió un tequila, se sentía muy mal por como se había portado con ella.

Mientras Santos se desquitaba bebiendo, Bárbara llego al Miedo echa un fiera, estaba furiosa con Diego, con Santos, con esos dos imbéciles, entro a su recamara y azoto la puerta, dejando escapar unas lagrimas de furia, de rabia, de tristeza…
Después de un rato, Santos ya estaba bastante pasado de copas, estaba muy mal, reprochándose la discusión con Bárbara, no podía creer que todo se hubiera ido al demonio por sus estúpidos celos, estaba triste, solo ahí, hasta que se le ocurrió una idea para reconciliarse con su fiera, para que su fiera lo perdonara, así que tambaleándose por los efectos del alcohol salió de ahí...

En el Miedo, Bárbara no estaba mejor que Santos de tanto llorar se había quedado dormida, y cuando se despertó ya era de noche, se dio un baño para relajarse y poder pensar ahora que ya estaba mas calmada, cuando no pudo conciliar el sueño de nuevo salió a la sala, pero se sorprendió muchísimo al encontrar a Diego ahí, tenia el semblante culpable, y el pómulo un tanto morado…
-Diego….que haces aquí?
-Bárbara, perdón por venir de a estas horas pero…quería disculparme por el beso que te robe y
la pelea, me pase, pero como dijiste que no estabas casada, y desde que te vi me encantaste no me contuve fue un impulso, se que no debí dejarme llevar, y lo lamento mucho, de saber que te causaría estos problemas yo no lo hubiera hecho, perdóname en serio me siento muy mal por todo…

-Diego ya paso ni modo, y pues tu no sabias de Santos, y no hay forma de cambiar lo que paso…
-Pero tu estas bien?
-Si, dentro de lo que cabe si, de todas formas gracias por venir a hablar conmigo…y si te hace sentir mejor esto de todas maneras iba a terminar pasando tarde o temprano, lo malo es que tuviste que ser tu…-dijo señalando el moretón que tenia en el rostro.
-No te preocupes que bien merecido me lo tenia, además Santos también se llevo lo suyo…aunque lo entiendo…
-Que dices?
-Yo no quiero meterme en cosas que no son mías, pero si yo fuera Santos también hubiera reaccionado así ,tener a una mujer como tu…tan hermosa, el debe de sentir miedo de perderte, de que otro quisiera tener a su mujer, y eso es lo que yo sentiría…En fin te repito lo lamento mucho…Adiós Bárbara-dijo saliendo de la casa, no sin antes robarle un beso a Bárbara en la mejilla, que sin verlo venir, cuando quiso decirle algo el ya se había ido. Se recostó en su cama, pensando en Santos, así estuvo hasta que el cansancio la venció y se quedo dormida.
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Marisela estaba en Altamira, dando vueltas en círculos en la sala, otra noche que Santos no llegaba a dormir, otra noche que pasaba en brazos de esa, maldita sea esto tiene que acabar de una buena vez!, el tiene que abrir los ojos, el no puede quererla no puede! esos pensamientos atormentaban a Marisela que solo podía esperar a que llegara Santos, si es que llegaba esa noche claro…

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Bárbara estaba durmiendo cuando la despertó...música? Pensó ella. Se levanto pensando que eran los muchachos, se puso su bata para averiguar por que se escuchaba esa música, pero cuando salió, no vio a los peones, sino a Santos con un ramo de rosas rojas, al frente de unos mariachis, cantando o mas bien intentándolo, se dio cuanta enseguida de que había bebido de mas, lo miro y se quedo inmóvil, sorprendida de verlo ahí, llevándole serenata a ella…

-Muchachos!!esa mujer tan hermosa que ven ahí es mi mujer!, verdad que esta preciosa?-grito
Santos con una voz que delataba su estado y luchando por mantener el equilibrio.-Mi amor! Bárbara, perdóname por mis malditos celos, estaba ciego, te juro que no pienso lo que te dije, jamás dudes que te amo mi fiera, eres mi vida, por favor dame otra oportunidad, yo te amo mas que a mi vida Bárbara Guaimaran, te amo y quiero pasar el resto de mis días contigo, no te das cuenta que solo tu me puedes hacer cometer locuras como esta? Por favor hermosa créeme, mira que si tu no me perdonas soy capaz de tener a esos pobre mariachis aquí toda la noche y la madrugada entera hasta que te dignes a perdonarme-Grito Santos convencido, mirando a Bárbara que estaba de pie frente al el.

Santos se acerco a ella como pudo, al ver que ella no se acercaba, cuando estuvo muy cerca de ella le extendió el ramo de rosas rojas,-Para un angelito…Para la mujer mas hermosa de todo el mundo-dijo con una voz que casi hace que a Bárbara se le doblaran las piernas.
-Que demonios haces aquí? Y a estas horas?-le pregunto Bárbara dejándolo con las rosas extendidas, saliendo del trance haciendo que Santos retrocediera y casi se tropezara.
-Mi fiera ya te dije vine a pedirte perdón, yo no se vivir sin ti, te amo me escuchas? TE AMO! Te juro que no volveré a decir cosas como las de hoy pero perdóname belleza…

-Y tu crees que con unas flores y una serenata te voy a perdonar que me trataras como una…cualquiera, que dudaras de mi después de todo?!Estas muy equivocado Santos Luzardo vete! lárgate de mi hacienda no te quiero ver!-le dijo quitándole el ramo y tirándoselo al piso.
-Pero…mi amor…
-Mi amor nada, si hubieras venido bien en tus 5 sentido..Tal vez hubiéramos podido hablar, pero vienes cayéndote de borracho!, mírate casi no puedes mantenerte de pie imbécil! Tus palabras fueron muy claras así que lárgate de aquí ahora mismo, vete o yo misma te saco!
-Pero…-Santos quiso decirle algo pero la miro y supo que no conseguiría nada, solo pelear mas fuerte con ella, estaba en todo su derecho de estar molesta, el no debió tratarla así, ni mucho menos decirle todas esa cosas, estuvo a punto de decirle algo mas pero cuando miro sus ojos y los vio cristalinos retrocedió.
-Perdón…
-Necesito pensar, así como estas no podemos hablar-le dijo decidida.
-Yo…tienes razón no debí decir todo eso, pero estaba celoso, tengo miedo de perderte,
te amo demasiado Bárbara, te me as convertido en lo mas importante de mi vida, me iré si es lo que quieres pero no olvides que te amo-dijo Santos con un aire de tristeza, ordenando a los muchachos que venían con el que salieran de la hacienda, antes de irse, miro a Bárbara que dejaba escapar una lagrimas…

Santos llego a Altamira cayéndose prácticamente, casi inconsciente de lo que hacia, se estaba apoyando en las paredes para no caer, Marisela estaba en la sala cuando lo vio llegar en ese estado, tenia la ropa arrugada y desarreglada, enseguida fue con el.
-Santos pero por que vienes así?-le pregunto haciéndolo apoyarse en ella, para que pudiera caminar sin caerse.
-Bárbara…yo…soy un imbécil!-Marisela tuvo que esforzarse para entender lo que decía.
-De que hablas te…te pelease con ella?-dijo tratando de ayudarlo a llegar a su recamara.
-Se enojo conmigo, por mis malditos celos…pero yo la amo…la amo-decía antes de que Marisela lo ayudara a tirarse en su cama cayendo dormido de inmediato.
Marisela no lo podía creer, Bárbara y Santos habían terminado y ella no había hecho nada! Pero por como Santos llego seguro que iría a pedirle perdón, la buscaría y se reconciliarían, pensaba Marisela, esa oportunidad era única, y no la dejaría pasar, esa era su oportunidad de separarlos definitivamente, despojo de sus ropas a Santos y se metió a su cama desnuda, con una sonrisa en el rostro Marisela se dejo vencer por el cansancio…

Santos sentía que el mundo le daba vueltas, la cabeza le iba a estallar, abrió los ojos y se dio cuenta de que estaba en su cama…desnudo, al principio creyó que estaba en el Miedo con Bárbara, pero luego recordó todo…la pelea, la serenata, como ella lo saco bueno de eso tenia algunas lagunas mentales, pero se sintió peor y no físicamente eso paso a segundo termino, se sintió fatal por dentro, no recordaba como había llegado a Altamira, se giro y vio a Marisela dormida en su cama y desnuda, por poco y se cae de la cama…Se quedo mirándola un rato y poco a poco ella despertó, pero lo que el jamás espero es que Bárbara hubiera ido a buscarlo a Altamira, no sabia como pero Bárbara estaba en su puerta , pidiéndole que le abriera.

-Santos! Perdón por correrte del Miedo, pero es que estaba molesta contigo, y encima llegas borracho! Pero me encanto la serenata, Santos? Estas ahí?-pregunto Bárbara golpeando la puerta, el y Marisela se miraban, estaban en la cama desnudos, ninguno se movía, Santos no recordaba nada, estaba tremendamente confundido…
Continuara...

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