-Santos? Estas ahí?-pregunto Bárbara golpeando la puerta, el y Marisela
se miraban, estaban en la cama desnudos, ninguno se movía, Santos no
recordaba nada, estaba tremendamente confundido…
-Santos?! Me escuchaste? Seguro estas dormido después de la borrachera que te pusiste…-Bárbara se quedo muda, al ver aquello, Santos y Marisela desnudos en la cama, cubiertos solo por una sabana, lagrimas amenazaban con salir de sus ojos
-Santos…?!-dijo dejando escapar una lagrimas, Marisela tenia la satisfacción de que aquello no le había podido salir mejor, y Santos estaba en shock de ver a Bárbara frente a el con los ojos cristalinos…
-Bárbara…mi amor, yo…yo te puedo explicar, esto no es lo que tu piensas mi amor…-mirándola
suplicante, y levantándose de la cama, cubierto solo por la sabana, cosa que no ayudo mucho…
-NO! no quiero que me expliques nada!-dijo saliendo de la recamara, con lagrimas en los ojos, pero Santos la alcanzo y la tomo del brazo.
-Bárbara, por favor, tienes que escucharme, déjame…déjame explicarte….
-No!, te dije que no quiero que me expliques, todo esta muy claro! a ver que me vas a explicar? imbécil! yo te acabo de ver en la cama con Marisela! Y todavía ayer te atreviste a juzgarme por lo que ocurrió con Diego, eres un desgraciado, No te atrevas a buscarme, entendiste? Desde este instante tu y yo no somos nada escuchaste! No te quiero volver a ver en mi vida!-dijo soltándose de el y corriendo para salir de Altamira, dejando a Santos desecho y mas confundido, pero sobre todo con el alma rota, regreso a su cuarto y vio a Marisela con la mirada ausente, y con lagrimas contenidas, por dios que había sucedido? que había hecho?
-Marisela vete de aquí, por favor salte de mi cuarto, me voy a dar un baño y necesito pensar, estar solo…perdóname pero luego hablamos-Santos se metió al baño, tratando de mantener la calma, estaba a punto de estallar, estaba furioso consigo mismo.
Marisela entro a su cuarto y apenas cerro la puerta se tiro a su cama feliz.
-Ni aunque yo lo hubiera planeado me hubiera salido tan bien, ahora si Bárbara jamás perdonara a Santos, y Santitos será para mi, por fin podrá darse cuenta de que a la que en verdad ama es a mi!!!
En cuanto Marisela se fue, Santos salió del baño y estrello lo primero que encontró, destrozo su cuarto furioso, no recordaba como había llegado a la cama con Marisela, lo ultimo que recordaba es que había ido al Miedo a pedirle perdón a Bárbara pero hasta ahí! Bárbara!, después de lo que había visto jamás lo perdonaría, no, no, el no lo permitiría, le pediría perdón de rodillas haría lo que fuera, pero no iba a perderla por una maldita borrachera. pensó Santos, se dio un baño, se vistió y salió de Altamira como alma que lleva el diablo, se fue sin dirigirle una mirada a Marisela que estaba en la sala, Marisela al verlo supo que la iba a buscar, sabia que iba a humillarse como siempre con la que por desgracia era su madre, eso la puso tensa y si recordaba que no había pasado nada entre ellos, y se daba cuenta que en realidad ella lo había hecho?, y si ella lo perdonaba? No, no ella por mas que el le dijera y le suplicara ella no lo perdonaría, era demasiado orgullosa como para hacerlo, no le perdonaría haberlo descubierto en la cama con su propia hija, tendría que actuar con cautela, ahora todo estaba a su favor, tendría que ver como acercarse a Santos como la victima, no le costaría demasiado, pero tendría que convencerlo de que ella lo amaba mas que nadie.
----
Santos llego al Miedo, y como rayo bajo de su caballo, y se metió a la hacienda sin pedir permiso, llego al cuarto de Bárbara, entro y la vio sentada en el suelo, con el rostro empapado en lagrimas, apoyada en la cama de sus ojos también salían lagrimas sin poder detenerlas, ella se giro para mirarlo, la vio y se arrodillo junto a ella.
-Mi amor, perdóname por favor, te lo suplico perdóname, tienes que escucharme, yo no se como…yo jamás te hubiera traicionado te lo juro, no es lo que tu estas pensando-Santos le tomo la mano e hizo que se parara, el suspiro mirándola, como se odiaba por ser el causante de que ella estuviera así ,las lagrimas corrían por sus mejillas-Bárbara por favor, créeme yo te amo! Te amo, mi fiera, te amo mas que a mi vida!-decía mientras le acariciaba el cabello, ella solo lloraba, lo miro y su alma se desgarro, con todo el dolor que sentía le soltó tremenda cachetada, Santos solo la miro sorprendido, pero no dijo nada sabia que se lo tenia merecido.
-No, No, Santos como quieres que te crea? Yo te vi! Te juro que si me lo hubieran dicho yo no lo hubiera creído pero no fue así! Yo te vi, te vi con ella en tu cama, imbécil!-dijo golpeándolo en el pecho.
-Que quieres? Que me arrodille? Lo hago…-Santos se dejo caer ante las piernas de Bárbara aferrándose a ellas.
-Santos por favor.- ella intento alejarlo, pero el se aferro.
-Por favor tu.- Se vieron a los ojos.-Por favor ten piedad de este imbécil que te adora con toda el alma….-Las lagrimas inundaron los ojos de Bárbara, estuvo a punto de caer, pero la imagen
de Santos y Marisela en la cama le llego y sintió como se desgarraba su alma
-Si me amaras no te hubieras ido a la cama con mi propia hija, por que no fue cualquiera! De tantas mujeres, tenias que revolcarte con mi propia hija!, con la hija de la mujer que dices amar? Te odio, te odio! Lárgate! Vete, no quiero verte! ,vete de mi casa, y de mi vida de una vez! no te quiero volver a ver Santos Luzardo!-dijo sacándolo de su cuarto a empujones, cerro la puerta y se dejo caer pegada a la puerta, del otro lado Santos estaba arrodillado en la puerta, igual que ella.
-Santos?! Me escuchaste? Seguro estas dormido después de la borrachera que te pusiste…-Bárbara se quedo muda, al ver aquello, Santos y Marisela desnudos en la cama, cubiertos solo por una sabana, lagrimas amenazaban con salir de sus ojos
-Santos…?!-dijo dejando escapar una lagrimas, Marisela tenia la satisfacción de que aquello no le había podido salir mejor, y Santos estaba en shock de ver a Bárbara frente a el con los ojos cristalinos…
-Bárbara…mi amor, yo…yo te puedo explicar, esto no es lo que tu piensas mi amor…-mirándola
suplicante, y levantándose de la cama, cubierto solo por la sabana, cosa que no ayudo mucho…
-NO! no quiero que me expliques nada!-dijo saliendo de la recamara, con lagrimas en los ojos, pero Santos la alcanzo y la tomo del brazo.
-Bárbara, por favor, tienes que escucharme, déjame…déjame explicarte….
-No!, te dije que no quiero que me expliques, todo esta muy claro! a ver que me vas a explicar? imbécil! yo te acabo de ver en la cama con Marisela! Y todavía ayer te atreviste a juzgarme por lo que ocurrió con Diego, eres un desgraciado, No te atrevas a buscarme, entendiste? Desde este instante tu y yo no somos nada escuchaste! No te quiero volver a ver en mi vida!-dijo soltándose de el y corriendo para salir de Altamira, dejando a Santos desecho y mas confundido, pero sobre todo con el alma rota, regreso a su cuarto y vio a Marisela con la mirada ausente, y con lagrimas contenidas, por dios que había sucedido? que había hecho?
-Marisela vete de aquí, por favor salte de mi cuarto, me voy a dar un baño y necesito pensar, estar solo…perdóname pero luego hablamos-Santos se metió al baño, tratando de mantener la calma, estaba a punto de estallar, estaba furioso consigo mismo.
Marisela entro a su cuarto y apenas cerro la puerta se tiro a su cama feliz.
-Ni aunque yo lo hubiera planeado me hubiera salido tan bien, ahora si Bárbara jamás perdonara a Santos, y Santitos será para mi, por fin podrá darse cuenta de que a la que en verdad ama es a mi!!!
En cuanto Marisela se fue, Santos salió del baño y estrello lo primero que encontró, destrozo su cuarto furioso, no recordaba como había llegado a la cama con Marisela, lo ultimo que recordaba es que había ido al Miedo a pedirle perdón a Bárbara pero hasta ahí! Bárbara!, después de lo que había visto jamás lo perdonaría, no, no, el no lo permitiría, le pediría perdón de rodillas haría lo que fuera, pero no iba a perderla por una maldita borrachera. pensó Santos, se dio un baño, se vistió y salió de Altamira como alma que lleva el diablo, se fue sin dirigirle una mirada a Marisela que estaba en la sala, Marisela al verlo supo que la iba a buscar, sabia que iba a humillarse como siempre con la que por desgracia era su madre, eso la puso tensa y si recordaba que no había pasado nada entre ellos, y se daba cuenta que en realidad ella lo había hecho?, y si ella lo perdonaba? No, no ella por mas que el le dijera y le suplicara ella no lo perdonaría, era demasiado orgullosa como para hacerlo, no le perdonaría haberlo descubierto en la cama con su propia hija, tendría que actuar con cautela, ahora todo estaba a su favor, tendría que ver como acercarse a Santos como la victima, no le costaría demasiado, pero tendría que convencerlo de que ella lo amaba mas que nadie.
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Santos llego al Miedo, y como rayo bajo de su caballo, y se metió a la hacienda sin pedir permiso, llego al cuarto de Bárbara, entro y la vio sentada en el suelo, con el rostro empapado en lagrimas, apoyada en la cama de sus ojos también salían lagrimas sin poder detenerlas, ella se giro para mirarlo, la vio y se arrodillo junto a ella.
-Mi amor, perdóname por favor, te lo suplico perdóname, tienes que escucharme, yo no se como…yo jamás te hubiera traicionado te lo juro, no es lo que tu estas pensando-Santos le tomo la mano e hizo que se parara, el suspiro mirándola, como se odiaba por ser el causante de que ella estuviera así ,las lagrimas corrían por sus mejillas-Bárbara por favor, créeme yo te amo! Te amo, mi fiera, te amo mas que a mi vida!-decía mientras le acariciaba el cabello, ella solo lloraba, lo miro y su alma se desgarro, con todo el dolor que sentía le soltó tremenda cachetada, Santos solo la miro sorprendido, pero no dijo nada sabia que se lo tenia merecido.
-No, No, Santos como quieres que te crea? Yo te vi! Te juro que si me lo hubieran dicho yo no lo hubiera creído pero no fue así! Yo te vi, te vi con ella en tu cama, imbécil!-dijo golpeándolo en el pecho.
-Que quieres? Que me arrodille? Lo hago…-Santos se dejo caer ante las piernas de Bárbara aferrándose a ellas.
-Santos por favor.- ella intento alejarlo, pero el se aferro.
-Por favor tu.- Se vieron a los ojos.-Por favor ten piedad de este imbécil que te adora con toda el alma….-Las lagrimas inundaron los ojos de Bárbara, estuvo a punto de caer, pero la imagen
de Santos y Marisela en la cama le llego y sintió como se desgarraba su alma
-Si me amaras no te hubieras ido a la cama con mi propia hija, por que no fue cualquiera! De tantas mujeres, tenias que revolcarte con mi propia hija!, con la hija de la mujer que dices amar? Te odio, te odio! Lárgate! Vete, no quiero verte! ,vete de mi casa, y de mi vida de una vez! no te quiero volver a ver Santos Luzardo!-dijo sacándolo de su cuarto a empujones, cerro la puerta y se dejo caer pegada a la puerta, del otro lado Santos estaba arrodillado en la puerta, igual que ella.
-Bárbara,
escúchame…yo te amo, sin ti no puedo vivir, tu eres mi vida entera, por
favor…-la puerta se abrió de repente y ella lo vio, saco fuerzas y con
la voz mas firme que pudo le grito.
-No entendiste? Te vas Santos
Luzardo, te largas de mi casa, y de mi vida para siempre, no me busques,
no te atrevas a poner un pie en esta casa otra vez, te vas por las
buenas o por las malas?-Santos se quedo inmóvil ante
ella-Muchachos!!Tigre! León!-empezó a gritar Bárbara.
-Mande usted mi doña, le hizo algo este doctorcito?-le pregunto Tigre mirando a Santos con rabia, la mirada de León no era mejor.
-No se preocupen muchachos, el señor ya se iba, pero acompáñenlo a la salida, y si al señor Luzardo se le ocurre volver no le permitan la entrada, disparen al fin y al cabo que esta es mi propiedad! Entendieron?-Esas palabras le dolieron mas a Bárbara que al propio Santos, ella se dio media vuelta y se fue a su cuarto.
-Me voy Bárbara! Pero te amo! y eso no cambia Te amo!-le grito Santos antes de ser sacado por Tigre y León de la casa.
-Ya escucho a mi doña doctor, no se le ocurra regresar que me encantaría mandarlo al otro mundo por todo lo que le a echo a la Doña-le dijo Tigre a Santos mientras se subía a su caballo.
-Mas vale que no regrese doctor!-le grito León, cuando Santo ya estaba saliendo del Miedo.
Santos no quería regresar a Altamira, sabia que Marisela estaría esperándolo, y el quería estar solo, sabia que tarde o temprano tendría que hablar con Marisela pero decidió esperar un poco y fue a la poza de los suspiros, estuvo un buen rato ahí,Recordando los besos con Bárbara esos besos que le robaban el aliento, que hacían que se olvidara de todo, pensando en ella se le paso el tiempo ,en la tarde regresó a la hacienda, y como supuso Marisela lo estaba esperando....
-Mande usted mi doña, le hizo algo este doctorcito?-le pregunto Tigre mirando a Santos con rabia, la mirada de León no era mejor.
-No se preocupen muchachos, el señor ya se iba, pero acompáñenlo a la salida, y si al señor Luzardo se le ocurre volver no le permitan la entrada, disparen al fin y al cabo que esta es mi propiedad! Entendieron?-Esas palabras le dolieron mas a Bárbara que al propio Santos, ella se dio media vuelta y se fue a su cuarto.
-Me voy Bárbara! Pero te amo! y eso no cambia Te amo!-le grito Santos antes de ser sacado por Tigre y León de la casa.
-Ya escucho a mi doña doctor, no se le ocurra regresar que me encantaría mandarlo al otro mundo por todo lo que le a echo a la Doña-le dijo Tigre a Santos mientras se subía a su caballo.
-Mas vale que no regrese doctor!-le grito León, cuando Santo ya estaba saliendo del Miedo.
Santos no quería regresar a Altamira, sabia que Marisela estaría esperándolo, y el quería estar solo, sabia que tarde o temprano tendría que hablar con Marisela pero decidió esperar un poco y fue a la poza de los suspiros, estuvo un buen rato ahí,Recordando los besos con Bárbara esos besos que le robaban el aliento, que hacían que se olvidara de todo, pensando en ella se le paso el tiempo ,en la tarde regresó a la hacienda, y como supuso Marisela lo estaba esperando....
Continuara....
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