Ángel iba camino al
Miedo, la idea que se había cruzado en su mente cuando visito a su abogado le
estaba rondando la cabeza, y es que últimamente tenía que replantear toda su
estrategia, sus intenciones se habían desviado demasiado con la intervención de
Adriana en su camino, y le había complicado todo, y tenía que mantenerse
cauteloso...Ángel salió de sus pensamientos cuando vio que una camioneta se
acercaba a él, y justo a tiempo se apartó del camino para esquivarla, tensando
el gesto se fijó que se trataba de Alonso al volante, quien detuvo el auto para
mirarlo con una sonrisa de burla
-Qué mala suerte, un poco
más y mataba una cucaracha-ironizo Alonso arqueando las ceja con aires de
burla, Ángel sonrió con descaro y negó con la cabeza
-Que suerte la mía de
encontrarme contigo, Montiel, no tienes que irte a atender tus
hotelitos?-pregunto Ángel cruzándose de brazos, Alonso arqueo una ceja
-Hiciste tu tarea-replico
Alonso rodando los ojos-Entonces sabrás que si colmas mi paciencia...no dudaría
en hacernos un favor al mundo y mandarte al otro mundo-sonrió Alonso sin más,
Ángel asintió sonriendo con malicia
-Tome precauciones, en
caso de que me suceda algo...Tu adorada Bárbara, y tu irían presos-dijo Ángel
encogiéndose de hombros
-No cabe duda, un imbécil
tiene un poquito de poder y ya se siente del otro mundo-ironizo Alonso bufando
y negando con la cabeza, Ángel arqueo las cejas y rio descaradamente, Ángel
estuvo a punto de replicar pero el estruendo de un choque cerca de la carretera
hizo que ambos hombres miraran hacia donde parecía provenir el estruendo
-Parece que hubo un
accidente-dijo Ángel olvidándose de la discusión con Alonso y mirando como el
humo comenzaba a notarse cada vez más, Alonso se tensó un poco sin saber por
qué y se dispuso a averiguar que había pasado- Espera! Déjame subir-dijo Ángel
abriendo la puerta de la camioneta, ganándose una mirada de Alonso quien
pareció burlarse
-No dejo subir animales
conmigo-dijo Alonso con desprecio, Ángel torció el gesto
-Si alguien se accidento,
dos personas son mejor que una, imbécil-dijo Ángel despectivo, Alonso lo pensó
un par de segundos y accedió a dejarlo acompañarlo, tardaron poco menos de 2
minutos en llegar al lugar donde una camioneta estaba volcada y de la cual
salía humo y fuego, Alonso detuvo la camioneta a una distancia prudente y bajo
del auto
-Es la camioneta de
Bárbara!-grito Alonso al darse cuenta cuando estuvo más cerca, sin más que
esperar corrió sin pensarlo, Ángel no se quedó atrás y se apresuró a la
camioneta volcada sin pensarlo tampoco-Es ella!-grito Alonso al verla
inconsciente dentro del auto, y con varios raspones y una herida que sangraba
en la cabeza
-Bárbara!-Ángel se
apresuró a ayudar a Alonso, quien sin pensarlo demasiado se había acercado a la
camioneta y trataba de abrir la puerta para sacar a Bárbara, Ángel y Alonso
consiguieron abrir la puerta, y entre los dos sacar a la castaña, Alonso la
cargo con cuidado y ambos se encaminaron a la camioneta de Alonso, para sacarla
de ahí
-Está muy mal, la herida
de la cabeza sigue sangrando?-pregunto Alonso al subirla a la parte trasera de
la camioneta, donde Ángel subió para acomodarla mejor, Alonso no replico,
estaba demasiado preocupado por la salud de la castaña, Ángel la acomodo en sus
piernas, y Alonso cerró la puerta, para subirse rápido y empezar a manejar para
llevar a Bárbara con el medico
-Alonso, apúrate, tenemos
que llegar rápido-dijo Ángel al mirar a Bárbara, pálida, inconsciente, tan
frágil como una muñeca, recostada en sus piernas, para tratar de detener el
sangrado de su frente con un pedazo de su camisa, Alonso despego la mirada del
camino y la observo, tragando saliva devolvió la mirada al camino.
-Cómo demonios paso
esto?-pregunto Alonso a punto de estallar, Ángel no dijo nada, se limitó a
mirar a la castaña que estaba inconsciente en sus piernas y trago saliva.
-Adriana...solo espero
que no hayas sido tan estúpida de ser tú-se dijo Ángel mentalmente, cerrando
los ojos y apretando los puños, para después respirar profundo y pasar la mano
por los cabellos castaños de la ojiazul.
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Santos estaba en
Altamira, en el despacho, conversando con Adriana sobre algunos de los libros
que el abogado tenía en su biblioteca personal, parecía de lo más cómodo
debatiendo temas que dominaba a la perfección, mientras que Adriana no podía
dejar de sonreír al verlo tan entusiasmado hablando de literatura, como si el
tiempo no hubiera pasado, hasta que tocaron la puerta
-Patrón, le trajeron
esto-dijo Pajarote al entrar al despacho y entregarle una carta a Santos, quien
la recibió, Pajarote salió del despacho, mientras Adriana observaba a Santos
leer la carta, y ver como su semblante cambiaba
-Paso algo?-pregunto
Adriana con curiosidad al acercarse a él, Santos se llevó una mano al rostro,
frustrado, Adriana arqueo una ceja
-Cecilia se fue-dijo
Santos asimilando la noticia, Adriana se sorprendió-Se fue con mi sobrino y con
Antonio-dijo Santos tirando la carta sobre el escritorio con mala cara, Adriana
entendió mejor la reacción de Santos
-Lo perdono?-pregunto
Adriana incrédula, Santos se encogió de hombros-Sí que debe amarlo-dijo Adriana
arqueando las cejas y cruzándose de brazos, Santos rodo los ojos
-No entiendo a mi tía, se
va sin decir nada, cuando se supone que hasta hace un par de días no quería
saber nada de Antonio, por dios! Es un traidor!-se quejó Santos sin comprender
nada, Adriana se acercó a él y le tomo el rostro, para hacerlo calmarse, Santos
no se apartó pero tampoco pareció complacido de su contacto.
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En el hospital más
cercano que encontraron, Ángel y Alonso estaban dando vueltas por la sala de
espera, habían ingresado con Bárbara inconsciente en brazos de Alonso, con
sangre en la ropa desgarrada y en mal estado, mientras el par de hombres habían
intentado de distintas maneras entrar con la castaña...Ángel había pedido
entrar con ella por medio de gritos y algo de violencia por la desesperación,
mientras que Alonso al ver que no dio resultado había tratado de sobornar al
personal, pero a ambos les negaron el paso, y ya comenzaban a perder los pocos
niveles de paciencia que habían reservado, llevaban un par de horas ahí...
-Que tan difícil les
resulta dignarse a decirnos como se encuentra Bárbara?!-casi grito Alonso al
levantarse del sofá con evidente frustración, Ángel desde el sofá lo miro serio
-Deben estar
atendiéndola-dijo Ángel sin mucha emoción, recuperando su habitual semblante de
inexpresión, Alonso arqueo las cejas
-Para haber tratado de
tumbar las paredes de este hospital con tal de acompañar a Bárbara, ahora estas
muy calmadito, Angelito-dijo Alonso con sarcasmo y burla al decir
"Angelito"
-No empieces,
Montiel...Que no me faltan las ganas de agarrarte a golpes-dijo Ángel perdiendo
la paciencia y levantándose molesto, Alonso no se intimido, le hizo frente y en
sus labios se formó una sutil sonrisa de sarcasmo al verlo despectivamente
-Y tú crees que yo estoy
muy feliz de verte la cara de imbécil que tienes, maldito infeliz?-pregunto
Alonso dándole un empujón a Ángel, quien lo miro matadoramente y de inmediato
lo empujo también, Alonso negó con la cabeza y se preparó para golpearlo, pero
en ese momento Sofía llego corriendo a donde se encontraban y detuvo a su primo
-Que paso,
Alonso?-pregunto Sofía nerviosa, haciéndolo mirarla y olvidarse del ojiazul que
estaba poniendo a prueba su paciencia-Donde esta Bárbara? Como esta? Que fue lo
que paso?!-preguntaba Sofía evidentemente preocupada y alterada, Alonso la tomo
de los hombros para calmarla, el cariño que le tenía a Bárbara era solo
comparable con el que sentía por su primo, tanto tiempo de conocerla y aprender
a ser su cómplice no eran en vano, la quería como si fuera su familia, y no
quería ni pensar en el golpe que sería perder a Bárbara
-Sofía, cálmate- pidió
Alonso al ver sus ojos humedecerse-Ella va a estar bien, si?-dijo Alonso
asintiéndole, Sofía lo miro y se dejó abrazar por su primo, dejando caer un par
de lágrimas por sus mejillas, Alonso miro de reojo a Ángel, quien rodaba los
ojos desde el sofá al ver la escena, Alonso torció el gesto pero decidió que
era mejor mantener la compostura, cuando Sofía se calmó un poco Alonso le conto
lo que había pasado...
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En Altamira, Santos
estaba sentado en el sofá de la sala, con los pensamientos en todos los lugares
menos en Adriana, quien sentada en sus piernas y hablaba de cosas que Santos no
escuchaba, hasta que la castaña lo noto y torció el gesto
-En que piensas?-pregunto
Adriana con molestia, Santos salió de sus pensamientos y la miro para volver a
la realidad-En ella, verdad-no era pregunta, Adriana lo afirmaba
-No tengo que mentirte,
lo que paso hace un rato me dejo pensativo, preocupado, no me gusto que se
fuera así, debí detenerla-dijo Santos torciendo el gesto, Adriana rodo los
ojos, respiro profundo y fingió comprensión
-Entiendo, mi amor, pero
si la seguías iba a ser peor...Bárbara es una mujer que no piensa las
consecuencias cuando tiene la sangre caliente y podían haber discutido peor-dijo
Adriana tratando de suavizar las cosas, Santos suspiro y trato de sonreír
falsamente, iba a decir algo pero en ese momento por la puerta apareció Fabián,
agitado y con el semblante preocupado, Fabián se sorprendió al encontrar a
Santos con Adriana en sus piernas y casi besándose
-Santos...-Fabián miraba
la escena confuso, Santos aparto a Adriana de él y se levantó, acercándose a Fabián,
mientras Adriana torcía el gesto disimuladamente-Perdón...
-No, pasa, adelante-dijo
Santos acercándose a él, pero Fabián miro a Adriana y trato de ignorarla lo más
posible, esa mujer le producía desconfianza absoluta-Que sucede?-pregunto Santos
con una media sonrisa, Fabián trago saliva, Santos noto su tensión
-Santos, yo no traigo
buenas noticias...-dijo Fabián con pesar, Santos cambio su semblante, se tensó-Hubo
un accidente...-dijo Fabián sutilmente, Santos trago saliva, temiendo lo peor
-Mis hijos están
bien?-pregunto Santos por instinto, la otra pregunta la tenía atorada en el
pecho, sin atreverse siquiera a pronunciarla, Fabián asintió en silencio,
Santos sintió un golpe en el pecho, sabía lo que estaban por decirle
-Ellos están bien, no
iban en la camioneta...-dijo Fabián, Santos sintió que sus ojos comenzaban a
delatarlo, apretó los puños-Bárbara iba sola...-Santos sintió que le habían
dado un puño de lleno en el pecho-Su camioneta se volcó, está en el
hospital-dijo Fabián sin mas
-Quiero verla, en que
hospital esta?-dijo Santos, su mente estaba puesta en la castaña, sentía culpa
de haberla dejado ir tan alterada, miedo de que le pudiera pasar algo, dolor de
saberla herida, sentía impotencia de no poder estar a su lado en ese momento, dentro
de el había demasiados sentimientos y no podía pensar en nada mas-Vámonos-dijo
Santos saliendo de la casa prácticamente corriendo, Fabián lo siguió a la
camioneta
-Lo que faltaba, pero será
la última vez que esa maldita se interponga-dijo Adriana para sí misma al
levantare del sofá y apresurarse a alcanzar al par de hombres que ya estaban en
la camioneta, Santos no opuso resistencia a que los acompañara, el solo deseaba
llegar al hospital
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En la sala de espera del
hospital, los aires eran de tensión, en un sillón estaba Ángel, cruzado de
brazos y con el semblante tenso, frotándose los parpados en gesto de frustración
y desespero, mientras que en otro sillón más grande estaban Sofía y Alonso,
quienes parecían desesperarse más a cada segundo que pasaba sin tener noticias
de Bárbara...
-Doctor!-Los tres se levantaron
y se acercaron al médico en cuanto lo vieron acercarse-Como esta Bárbara?!-preguntaron
casi al unisonido los tres, el medico los miro y asintió
-La señora esta en
terapia intensiva, logramos estabilizarla, esta inconsciente pero por el
momento estable, no hay traumas internos-dijo el médico tranquilizándolos
-Y el bebé?-pregunto
Sofía preocupada al medico
-Está bien, por suerte la
trajeron a tiempo y pudimos salvarlos a los dos, por ahora no hay
complicaciones y esperemos que siga así-dijo el doctor asintiendo, estuvo a
punto de irse pero en ese momento Santos apareció en la sala de espera agitado
por haber corrido y con el semblante preocupado, sorprendiendo a Alonso y a
Ángel
-Doctor, como esta mi
esposa?!Como esta Bárbara?-pregunto Santos casi a gritos y sin aire, aquella
pregunta hizo que Adriana quien lo alcanzaba torciera el gesto, Sofía miro a
Adriana con fastidio, para después darse cuenta de que Fabián venia detrás de
ellos-Como esta mi hijo?-preguntaba Santos desesperado por saber algo
-Ellos están bien,
logramos estabilizar a la señora, pero tenemos que vigilar su evolución-dijo el
médico, Santos asintió un poco más aliviado
-Quiero verla, ya-dijo
Santos sin más, olvidándose o ignorando a los que estaban rodeándolo, poco le
importaba si Ángel estaba ahí, solo pensaba en Bárbara, en poder verla y saber
que mejoraría, que estaba bien.
-Solo porque es su
esposa-el medico asintió y le hizo un gesto a Santos para que lo siguiera, en
unos segundos ellos habían desaparecido por el pasillo, dejando a Ángel,
Alonso, Sofía, Adriana y Fabián a solas en la sala de espera, la tensión se
hizo evidente y las miradas lo delataban sin disimulo alguno.
-Y este idiota que hace aquí?!-pregunto
Fabián al ver a Ángel, quien arqueo las cejas y negó con la cabeza, Fabián quiso
acercarse con cara de pocos amigos pero Alonso lo detuvo al tomarlo del pecho
-Te recuerdo que yo soy
el hombre que esta con Bárbara-dijo Ángel con descaro, haciendo que tanto Alonso
como Fabián quisieran golpearlo ahí mismo-Y si no estoy con ella, es porque sé
que Bárbara no hubiera querido que me peleara con Santos, después de todo es el
padre de sus hijos-dijo Ángel con fingida comprensión.
-La pregunta aquí es que
hace esta víbora aquí?!-esta vez fue Sofía la que hablo con cara de pocos
amigos y un tono de voz amenazador al caminar hacia Adriana quien torció el
gesto
-Vine a acompañar a
Santos-dijo Adriana con altanería, Sofía arqueo una ceja
-Dudo que Santos te
preste atención, él está con su esposa, la madre de sus hijos y la mujer que
ama-dijo Sofía con una mueca de descaro-Así que te puedes ir que aquí nadie te
quiere cerca-dijo Sofía cambiando el semblante y señalándole los elevadores,
Adriana enfureció
-Tú no eres nadie para
correrme de ningún lado-dijo Adriana acercándose amenazadoramente, pero Sofía
no se intimido, antes de que pasara algo más, Alonso intervino entre ambas
-Quieres apostar a que te saco de aquí...Arrastrandote por todo el hospital?-pregunto Sofía amenazante, Adriana iba a responderle pero Alonso la interrumpio
-Por favor, aunque no nos
guste y haya personas indeseadas aquí, esto es un hospital y si no queremos que
nos corran a todos, por favor, compórtense-dijo Alonso tratando de calmar los ánimos,
Ángel se dejó caer en un sofá individual, Adriana se apoyó en la pared cruzada
de brazos, y Sofía, Alonso y Fabián estaban poniéndose al tanto por su parte.
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Santos entro a esa
habitación, un escalofrió lo recorrió, la frialdad de ese cuarto lo hacía
sentir incomodo, y al ver a Bárbara en esa cama, inconsciente, pálida, con el
cabello ondulado cubriendo una pequeña herida en la frente y sin poder ver el
azul de sus ojos, lo hizo derrumbarse en lágrimas sinceras...
-Bárbara...-Santos se
acercó a ella, mirándola con los ojos húmedos, tomo su mano entre las suyas, y
la sintió tan fría que le dolió, miro su rostro, esa piel aún más blanca de lo
normal, y paso la otra mano por sus cabellos-Mi amor...-Santos no resistió más,
se abrazó a ella, con cuidado, como si se tratara de una muñeca frágil y
temiera romperla-Perdóname, no quería que esto pasara...no te debí dejar ir
así-dijo Santos tragando saliva-Yo te amo-murmuro Santos hundiendo su rostro
entre los cabellos de Bárbara-Yo te amo, pero me descontrolas, me sacudes y no
sé cómo actuar, no puedo-murmuro Santos sin separes-Este amor me está
matando-murmuro Santos antes de separarse de ella y mirarla de nuevo, se acercó
lentamente y beso sus labios...fríos...
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En la sala de espera
estaban Alonso, Fabián y Sofía. Adriana se había ido a la cafetería, estar
tanto tiempo esperando a Santos que no aparecía le estaba comenzando a
desesperar, y estar en el mismo sitio que todos los demás le resultaba
fastidioso, mientras que Ángel estaba fumando un cigarro en los baños,
perdiendo el tiempo para no estar con el trío que parecía que en cualquier
momento lo golpearían, le resultaba muy molesta la presencia de los tres...
-Como esta ella?!-Cecilia
había salido de los elevadores y se acercó a los tres que platicaban en el sofá
de la sala de espera, los tres se levantaron en cuanto la vieron llegar-Que
paso?
-Tranquila, Cecilia, ella
está bien, por suerte ella y el bebé están estables-dijo Sofía sonriéndole,
Cecilia suspiro y asintió, tenía sus ojos humedecidos por las lágrimas que había
dejado escapar-Pero...tu no estabas de viaje?-pregunto Sofía confusa
-Sí, estaba por embarcar
con Antonio y el niño, pero, ya sabes que aquí las noticias vuelan y yo no podía
irme sabiendo que Bárbara estaba internada, no estaría tranquila-dijo Cecilia
suspirando y negando con la cabeza-Antonio y Toñito si viajaron, yo los
alcanzare después de que todo esté bien aquí-dijo Cecilia firme, Alonso sonrió
levemente
-Quien diría que la tía
Cecilia era tan decidida-dijo Alonso con un gesto amable, Cecilia sonrió
-Santos está aquí?-pregunto
la rubia, mirando por el lugar, los tres asintieron-No quiero que me vea, me va
a pedir explicaciones y no quiero-dijo Cecilia cruzando los brazos
-Tu sobrinito esta con
Bárbara-dijo Alonso asintiendo-Pero su viborita personal está en la cafetería,
y el diablo anda por ahí-dijo Alonso con mala cara, Cecilia arqueo las cejas
-Adriana está aquí?-pregunto
Cecilia confusa, Fabián asintió
-Sí, y no tiene
intenciones de irse sin Santos-dijo Fabián rodando los ojos, Cecilia asintió
-Por qué no vas a tu
casa, aquí no podemos hacer nada, pero cualquier cosa yo te aviso-dijo Sofía
pensativa-Así Santos no te ve y tu estarías más tranquila, yo voy contigo, si
no...Terminare matando a Adriana y la verdad yo no aguantaría mucho en una
celda-dijo Sofía suspirando, Cecilia asintió
-Sí, creo es lo mejor,
pero por favor Alonso avísame cualquier cosa que pase con Bárbara y el bebé-dijo
Cecilia, Alonso asintió y Cecilia se despidió de él y de Fabián, antes de
apresurarse a salir de ahí junto a Sofía.
-----------Día
Siguiente...
Bárbara comenzaba a
despertar en el hospital al que la habían trasladado, su rostro estaba aun pálido,
y sus rizos castaños estaban delicadamente acomodados sobre la almohada, a
causa de Sofía, quien la visito antes de que reaccionara después de casi
obligar a Santos a ir a lavarse la cara para que se despejara un momento, sus
manos tenían unos rasguños causados por el accidente, y en su frente algunos
raspones….
-Dónde estoy?-pregunto Bárbara tragando saliva
y tratando de recobrar la memoria, hasta ese momento no había visto a Santos,
quien se encontraba en la esquina de la habitación, cruzado de brazos y con el
semblante serio, Bárbara lo miro aturdida-Santo-Bárbara se quiso levantar pero
las punzadas de dolor se lo impidieron, la castaña se recostó de nuevo-Que me
paso?-pregunto Bárbara sintiendo un nudo en la garganta, y lágrimas amenazando
con salir de sus ojos
-Estas en un
hospital-dijo Santos dejando la esquina en la que estaba y acercándose a la
cama de Bárbara, quien lo miraba expectante, el semblante de Santos no le
estaba gustando para nada, comenzaba a inquietarla-Tuviste un accidente en la
camioneta, y te trajimos aquí-dijo Santos serio, con la voz firme, mirándola
fijamente-Todos están afuera-dijo Santos evitando mirarla a los ojos
-Santos…-Bárbara trago
saliva antes de preguntarle-Que tan grave fue?-pregunto Bárbara a duras penas,
Santos entendió lo que realmente le quería preguntar, Santos trago saliva-Y mi
hijo?-pregunto Bárbara sintiendo su respiración agitarse y sus ojos aguarse,
Santos trago saliva al mirarla, antes de contestarle, había pasado toda la
noche en vela observándola, y ahora que por fin podía mirar de nuevo esos ojos
tan azules, no sabía que hacer
-Nuestro hijo está
bien-dijo Santos sonriendo a medias-Es un Luzardo y un Guaimaran, es fuerte, lo
lleva en los genes-rio Santos naturalmente, haciendo que Bárbara cerrara los
ojos y se dejara caer sobre la almohada con más tranquilidad, una lagrima
discreta corrió por su mejilla-Nos asustaste como no te imaginas, a Sofía casi
le da un infarto, a Alonso casi lo matas, Fabián estaba dando vueltas,
y...bueno-Santos torció el gesto y se tensó-Ángel está afuera-dijo con
dificultad, Bárbara lo miro y se dio cuenta de algo
-Como están Barbarita y Félix?-pregunto
Bárbara aun confusa
-En el Miedo, con Casilda
y las terneras, están bien, en un rato iré a verlos, para asegurarme que todo esté
bien-dijo Santos asintiéndole
-Pasaste la noche aqui?
Conmigo?-pregunto Bárbara tragando saliva, Santos se tensó y aparto la mirada,
la castaña sabía que así había sido, lo conocía demasiado bien
-Sí, yo...no hubiera
podido irme de aquí, no me lo hubiera podido permitir-dijo Santos con las manos
en los bolsillos, Bárbara esbozo una suave sonrisa-No vuelvas a hacerme pasar
por esto, nunca más-pidió Santos mirándola a los ojos, sinceramente, quizá la
primera vez desde que ella había despertado, Bárbara sintió sus ojos
humedecerse, mientras que Santos rogaba que ella no notara que igual los de
el-Yo...tengo que llamar al médico-dijo Santos saliendo del cuarto, casi
huyendo de ahí, Bárbara sonrió levemente y se sintió un poco mejor, dentro de
lo que cabía...
---------------
Ángel estaba en la cafetería
del hospital, había pasado la noche ahí, y aunque había buscado oportunidad
para hablar con Adriana no la había encontrado, siempre estaba Alonso, Fabián o
Sofía cerca, o Adriana lograba esquivarlo, hasta que la vio llegar a la cafetería
y aprovecho para acercarse a ella...
-Me quieres en que
estabas pensando, estúpida?-pregunto Ángel apretando los dientes y tomándola
con fuerza del brazo para jalarla a donde no hubiera gente mirando
-Qué te pasa, animal, suéltame-se
quejó Adriana tratando de soltarse, pero Ángel la sujeto más fuerte y la miraba
con ganas de asesinarla ahí mismo, Adriana torció el gesto
-Te dije claramente que
no tocaras a Bárbara, te lo advertí, se te fundieron todas las neuronas o que
te paso?-pregunto Ángel furioso con ella, Adriana sonrió descaradamente
-Tanto te preocupa la
suerte de esa bruja?-pregunto Adriana provocándolo, Ángel rio
-Me preocupa la suerte de
su dinero-dijo Ángel seriamente, Adriana lo miro arqueando las cejas-Te lo
advierto, Adriana, más te vale que no le pasa nada a Bárbara, porque me voy a
olvidar de quien eres hija y te vas a ir a acompañar a tu papá al
infierno-amenazo Ángel duramente al soltarla y señalarla, Adriana torció el
gesto
-Ella se lo busca,
prefiero quitarla del camino de una vez, no quiero correr el riesgo de que con
un par de besos convenza a mi Santos de volver con ella-dijo Adriana furiosa
-Me vale un cuerno tu
Santos!-grito Ángel frustrado-Ese idiota no ve más allá de sus narices, tu encárgate
de él, quédate con su dinero, su hacienda, lo que quieras, pero lo que tiene
que ver con la muerte de Bárbara yo decido cuando, como y donde-dijo Ángel fríamente,
antes de dejar a Adriana ahí sola.
--------------
En la habitación de
Bárbara, la castaña platicaba con Alonso, quien tenía el semblante tenso, aun
algo incrédulo por las palabras de Bárbara, y sorprendido por lo que escuchaba,
Bárbara estaba seria mientras le decía lo que pasaba, Alonso rodo los ojos
-Estas consiente de que
no hay marcha atrás en esto?-pregunto Alonso cruzándose de brazos
-Lo sé, pero es la única
manera que veo de quedarme tranquila, por lo menos un tiempo-dijo Bárbara
suspirando y cerrando los ojos al recostarse sobre su almohada
-Eso es verdad-dijo
Alonso pensativo-Bueno, mi diosa, si ya lo decidiste creo que no hay más que
hablar-dijo Alonso suspirando y revolviéndose el cabello-Crees que
funcione?-pregunto Alonso dispuesto, Bárbara sonrió levemente
-Tener tus contactos es
de mucha ayuda, Montiel-dijo Bárbara arqueando una ceja
-Hey! Pensé que dirías que
tenerme a mí...-dijo Alonso fingiendo indignación, para hacer reír a la
castaña, al parecer lo consiguió, pero no duro mucho, la puerta de la
habitación se abrió, dando paso a Adriana, quien con una sonrisa fingida miro a
Bárbara, quien torció el gesto y negó con la cabeza-Sal de aquí -exigió Alonso
apenas entro Adriana, pero ella se limitó a mirarlo sin importancia
-Déjanos solas,
Alonso-dijo Bárbara duramente, Alonso la miro como si bromeara, pero Bárbara asintió,
Alonso rodo los ojos y salió del cuarto, cerrando la puerta detrás de él.
-Creí que estarías peor,
fue tan aparatoso el accidente que creí que no te salvabas-dijo Adriana
fingiendo pesar, Bárbara rio entre dientes y la miro duramente
-Te salió mal el plan,
no?-dijo Bárbara sarcástica-Cuanto quieras matar a alguien...Encárgate tú
misma, no seas tan cobarde como para mandar a otros-dijo Bárbara, tensándola-
Además, no siempre te cumplen las ordenes-dijo Bárbara como si nada, Adriana
rodo los ojos
-Veo que no tiene caso en
negarlo, verdad?-pregunto Adriana arqueando las cejas-Tienes un buen punto, te quería
muerta, te quiero muerta...-Adriana lo decía seria, amenazante, mientras
lentamente se acercaba a Bárbara, quien no se intimido-Pero tienes al diablo de
tu lado porque al parecer saliste bien parada-dijo Adriana mirándola fijamente
-Por fin te quitaste la
máscara-dijo Bárbara negando con la cabeza-Matarme en un choque?-pregunto
Bárbara rodando los ojos-Por lo menos te hubieras inventado algo más original,
algo digno de mi-dijo Bárbara con desdén, para provocar a Adriana, quien apretó
los puños
-Te mataría como una
cucaracha, pero no quería ensuciarme los tacones al pisar una cucaracha,
querida-ironizo Adriana sonriéndole amenazante, Bárbara rio con cinismo-Pero,
pensándolo mejor, antes de matarte...tendría que quitar del medio a tus
mocosos...Santos no puede tener nada de ti-dijo Adriana con un gesto de
triunfo, Bárbara la mato con la mirada
-Tú te atreves a ponerles
un solo dedo encima, maldita perra, y te juro que va a hacer lo último que
hagas-amenazo Bárbara incorporándose, Adriana rio-Disfruta que estoy así...Porque
yo misma te voy a enterrar...me voy a encargar de hundirte-dijo Bárbara
tratando de no doblegarse, aunque gracias a las punzadas que sentía al estar
aun débil le estaba costando
-No puedes
tocarme...Santos no te lo permitiría, y menos te lo perdonaría-aseguro Adriana,
se acercó a ella y la vio torcer el gesto al sentirse mal-Quieres que llame al médico,
querida?-pregunto Adriana fingiendo una mueca de interés, Bárbara suspiro
cansada
-Lárgate, maldita víbora!-grito
la castaña sin más, Adriana rio y negó con la cabeza, Adriana salió de la
habitación y cerró la puerta detrás de ella, sonriendo para sí misma.
--------------
En la sala de espera del
hospital, estaban todos, Adriana había salido de la habitación de Bárbara y se había
quedado por los pasillos, Santos había ido a la cafetería, Ángel estaba en el sofá
en silencio, mientras que Fabián estaba en el otro sofá, justo cuando llego
Sofía y se dirigió a él...
-Deje a Cecilia en su casa,
está más tranquila, pero me pidió que la mantuviera al tanto de todo-dijo
Sofía, Fabián asintió-Y Alonso?-pregunto Sofía al no encontrarlo
-Aquí estoy-dijo Alonso
apareciendo como si nada, con un café entre sus manos-Que paso?-pegunto dando
un sorbo a su café.
-Nada, decía que Cecilia
se quedó en su casa, y que dijo que no se ira hasta saber que todo está bien
con Bárbara-dijo Sofía mirando que nadie los escuchara, Alonso asintió, iba a
decir algo pero vio a medico de Bárbara acercarse y los tres se giraron a
mirarlo, de igual manera que Ángel casi salto de su asiento para acercarse
-Como esta
Bárbara?-pregunto Ángel esta vez-Puedo pasar a verla?-pregunto Ángel sin
alterarse-Ya está mejor, no?-pregunto Ángel al ver el semblante del médico,
Sofía miro a Alonso quien trago saliva al igual que Fabián, los tres miraban
expectantes al medico
-Señores...la señora está
bien, pero...-el medico iba a hablar pero Santos apareció y tuvo un mal
presentimiento al verlos a todos rodeando al médico que aún no hablaba, Santos
se apresuró a acercarse y preguntar
-Que pasa,
doctor?-pregunto Santos preocupándose-Bárbara está bien, verdad? Yo la vi hace
un rato y estaba...-Santos fue interrumpido por el medico
-Su esposa estaba bien,
estable, pero...lamentablemente tuvo una recaída, se empezó a sentir mal
y...-el medico callo unos momentos-La señora perdió al bebé-dijo el médico,
causando las reacciones de todos, Santos sintió un duro golpe en el pecho, no podía
decir nada, Alonso solo podía pensar en lo que su diosa estaría sintiendo,
mientras que Sofía no detuvo las lágrimas por sus mejillas y se dejó abrazar
por su primo, Fabián lucia desconcertado y sorprendido por la noticia sintiéndolo
por Bárbara, y Ángel estaba sorprendido como todos, sin decir nada, no podía
decir que las lágrimas lo inundara, pero tampoco se alegraba de la tragedia.
---------------
Santos entro a la
habitación de Bárbara, sintió un frío por todo el cuerpo, el lugar le parecía aún
más frío que antes, trago saliva al ver a Bárbara con los ojos totalmente
humedecidos y las lágrimas cubriendo sus mejillas, Santos tenía los ojos de
igual manera, ninguno dijo nada...Santos la miro y las lágrimas corrieron
libremente, se acercó a ella tragando saliva, y sin más la abrazo fuerte, se acomodó
en la camilla donde estaba la castaña y se quedaron ahí, en
silencio...abrazados...con las lágrimas corriendo...sin palabras....
-----------Días después....
Las cosas pasaron lentas,
como si el tiempo les jugara en contra, Bárbara estaba bien de salud, el
accidente había sido más aparatoso que lo que realmente fue, Santos había ido
diario al hospital...pero desde la última vez Bárbara no había querido volver a
verlo, se rehusaba a recibirlo. Por su parte, Cecilia se enteró de la noticia y
decidió esperar a que Bárbara saliera del hospital en su casa, Sofía, Alonso y Fabián
la mantenían al corriente de todo, Ángel se había encargado de mantener a raya
a Adriana, quien parecía más preocupada por Santos que por ir a desafiar a
Bárbara
------En Altamira...
En la sala de la hacienda,
Santos estaba hablando con Adriana, quien insistía en algo en lo que Santos no quería
ceder, y no estaba dispuesto a dar más explicaciones, para fastidio de Adriana
quien lo siguió antes de que saliera de la hacienda
-Ya te dije que no voy al
hospital-dijo Santos arreglándose el cuello de la camisa, mientras Adriana rodo
los ojos y se cruzó de brazos-Voy al Miedo, a ver a mis hijos, hoy regresa
Bárbara y sabes muy bien que no quiere verme, así que no tienes de que
preocuparte-dijo Santos con algo de fastidio, Adriana suspiro y se esforzó por
fingir lo mejor posible
-Está bien, perdón, no sé
qué me paso-dijo Adriana suspirando y negando con la cabeza-Ve, y dale un beso
a Barbarita y Félix, de mi parte-dijo Adriana sonriéndole cálidamente, Santos asintió
y Adriana se acercó para darle un beso, pero Santos se apresuró a irse de la
hacienda, dejándola con las intenciones a medias, Adriana apretó los puños y se
dio media vuelta, topándose con las terneras que observaban en silencio,
Adriana torció el gesto y las señalo molesta-No quiero escuchar una sola
palabra-advirtió antes de tomar su bolso del sofá y salir también de la
hacienda, dejando a las terneras con gestos de diversión ante su molestia.
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En la casa de Cecilia,
Sofía estaba llegando con Bárbara, Alonso y Fabián las habían llevado y
esperaban en la camioneta afuera de la casa, Cecilia en cuanto vio a Bárbara se
lanzó a abrazarla fuertemente, estrechándola con una sonrisa suave y cálida
-Qué bueno que estas
bien, no sabes lo preocupada que estaba-dijo Cecilia al separarse de ella,
Bárbara asintió y le sonrió
-No me van a matar tan fácil,
ya estoy perfecta, al parecer las heridas fueron superficiales-dijo Bárbara
tragando saliva y bajando la mirada-Pero ya sabemos que las consecuencias fueron
irreversibles...-Bárbara no dijo más, tenía que mantenerse fuerte, Cecilia sabía
que la procesión iba por dentro así que decidió no tocar más el tema-Donde están
mis hijos? Quiero verlos-pidió Bárbara, Sofía asintió
-Ahorita iremos por
ellos, te los traeremos en un rato-dijo Sofía sutilmente-Por lo menos accediste
a quedarte aquí, en la hacienda no tendrías paz-dijo Sofía cruzándose de brazos
-Lo sé y no tenía ganas
de aguantarme el desfile de visitas-dijo Bárbara negando con la cabeza, Cecilia
y Sofía sonrieron un poco, la veían calmada, ambas se despidieron y salieron de
la casa, Sofía se aseguró de que nadie se percatara de Cecilia y cuando la vio
subir a la camioneta de Alonso, ella misma salió de la casa, dejando a Bárbara
sola en casa de Cecilia.
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Santos estaba en el
pueblo, había visitado a los mellizos y después de estar un buen rato con ellos
se había decidido a pasar un rato por el pueblo, no quería estar en Altamira,
la hacienda había quedado vacía, y en el Miedo se cansó de esperar a Bárbara y
nunca llego, seguramente se había ido a casa de Alonso y Sofía...tuvo el
impulso de ir, pero no lo creyó conveniente...
-Que hace Sofía en casa
de Cecilia?-pregunto Santos al ver a Sofía salir de la casa de Cecilia y
subirse a la camioneta de su primo, Santos arqueo las cejas y se encamino a
casa de Cecilia, llego a la puerta y trato de abrir pero la encontró cerrada,
toco la puerta y espero un momento, pensando que quizá fuera su tía que había
vuelto.
-Ahora que se les
olvido?-pregunto Bárbara para sí misma, al bajar las escaleras de la casa-Ahora
que se te olvido, Sofía?-pregunto Bárbara y en cuanto abrió la puerta y vio a
Santos trato de cerrarle las puertas en la narices, pero Santos fue más rápido
y se interpuso, tratando de pasar a la casa, pero Bárbara puso resistencia
-Sabía que no pondrías un
pie en el Miedo-dijo Santos tratando de conseguir entrar a la casa, pero
Bárbara seguía oponiéndose-Bárbara, tenemos que hablar, por favor-dijo Santos
casi suplicante, Bárbara rodo los ojos y se negó de nuevo
-No quiero, no puedo, y
no voy a hablar contigo, Santos Luzardo-dijo Bárbara segura, firme, pero Santos
no estaba de acuerdo, y poniendo un poco más de fuerza logro empujar la puerta
solo lo suficiente para lograr entrar sin lastimar a Bárbara, quien torció el
gesto, Santos cerró la puerta y miro a Bárbara fijamente
-Perdóname-dijo Santos
suspirando-Pero tenía que verte, me has estado evitando desde la última vez
que... estuvimos en el hospital-dijo Santos tragando saliva, ninguno pensaba
tocar ese tema, no era el momento aun-Yo solo estaba preocupado-se excusó
Santos, Bárbara asintió y sonrió dolida
-Y me imagino que tu víbora
te ayudo a superar la preocupación y a sobrellevar todo, no?-pregunto Bárbara
con todo el sarcasmo que pudo, Santos se tensó-Ella causo todo esto, si lo
sabes, o estas tan ciego que no te das cuenta?-pregunto Bárbara comenzando a
sentir que se le iba la paciencia, Santos se encogió de hombros y quiso
acercarse a Bárbara, pero ella retrocedió un par de pasos.
-Bárbara, no sabes cómo
me dolió todo esto, como me duele, es algo que yo jamás hubiera pensado-dijo
Santos sinceramente, tragando saliva, Bárbara cerro los ojos-Daria mi vida para
que las cosas no hubieran pasado así-dijo Santos desesperado, Bárbara lo
escuchaba en silencio-Pero no creo que Adriana haya causado ese accidente-dijo
Santos, suficiente para que Bárbara lo mirara con los ojos encendidos-Me mata
saber lo que paso, pero no voy a culpar a alguien que es inocente-dijo Santos
seriamente, sincero
-Lárgate de aquí!-grito
Bárbara enfurecida, lanzándose contra Santos y comenzando a empujarlo hacia la puerta, Santos solo se mantuvo
quieto-Te detesto, te odio, no quiero volver a verte, maldito idiota!-gritaba
Bárbara mientras comenzaba a golpearlo en el pecho, Santos no ponía
resistencia, se dejaba hacer, mientras Bárbara comenzaba a derramar lágrimas
por sus mejillas
-Bárbara, mírame!-Santos
tomo sus muñecas con cuidado de no ser muy brusco, solo para detenerla y
obligarla a mirarlo a los ojos-Bárbara!-el grito de Santos resonó por la casa,
Bárbara respiraba agitada y sus ojos estaban humedecidos, Santos sintió un nudo
en la garganta al verla así de frágil, eran contadas las veces que la había
visto así y siempre le provocaba el instinto de abrazarla y no soltarla-Perdóname,
no quiero lastimarte, nunca quise...-Santos lo decía en susurros, Bárbara solo
lo miraba sin decir nada, estaban demasiado cerca, sus respiraciones se
confundían y sus labios rozaban, sus cuerpos estaban pegados y sus miradas
conectadas...Santos la pego a él, abrazándola para protegerla de cualquier
cosa, Bárbara levanto la mirada al ser tomada desprevenida, y al hacerlo sus
labios rozaron una vez más, Santos llevo su mano al rostro de la castaña y
tiernamente seco sus lágrimas, dejando un beso cálido en su mejilla, sin
palabras...Santos sintió la necesidad de besarla, de acariciarla, de sentirse
vivo de nuevo, ambos se necesitaban en esos momentos...Santos la tomo de la
cintura con suavidad, sin brusquedad y la beso cálidamente, un beso suave, como
pocos, acompañando el ritmo de sus latidos, un beso acompañado por el sabor de
sus lágrimas, un beso desesperado por declararse todo lo que sentían...De ese
beso siguieron mas, suaves y lentos, de amor, de ternura, Santos y Bárbara se
dejaron llevar, dejaron de pensar en todo lo que sucedía, en el dolor que los
hundía, se necesitaban para no dejarse morir...Y en un abrir y cerrar de ojos
ambos estaban en el suelo haciendo el amor, pero no como otras veces donde la
pasión era desbordante, era una entrega de amor y ternura...
Como pocas, Santos
cuidaba a la castaña como si se tratara de su muñequita, y Bárbara se dejaba
llevar, sin poner resistencia, cerrando los ojos y tocando las nubes, Santos
recorrió el cuerpo de Bárbara como si fuera la primera vez, con suavidad,
ternura, casi con devoción...Admirando cada milímetro de su piel, hasta llegar
a los labios de la castaña...En ese momento en que sus miradas se conectaron se
dijeron todo, las miradas hablaban entre ellos, Santos vio a Bárbara totalmente
para él, ambos desnudos del alma y no solo del cuerpo...Bárbara dejo escapar
una lagrima silenciosa cuando Santos le dio el último beso en los
labios...Pasaron varios minutos en silencio, abrazados, con la mirada
perdida...
-Tienes que vestirte-dijo
Bárbara cuando sintió fuerzas para levantarse y tomar su ropa para vestirse, así
lo hizo, sentía un nudo en el pecho que le estaba costando respirar, ella no quería
que eso pasara, sentía culpa de haber hecho el amor con Santos, no lo esperaba,
pero le había resultado demasiado lindo el momento, Santos no dijo más, tomo su
ropa y se vistió, se puso los pantalones y la camisa se la dejo abierta, antes
de acercarse por detrás de Bárbara y besar su espalda desnuda suavemente, antes
de que ella la cubriera con su blusa
-Esto que paso...-Santos
no sabía que decir, no lo había planeado para ser sincero, tenía sentimientos
contradictorios, aun no olvidaba todo pero al mismo tiempo era como si dentro
de el supiera que la castaña era totalmente inocente y era el quien estaba
equivocado, pero no tuvo mucho tiempo para pensar en que decir, Bárbara se levantó
y lo miro seria
-Esto que paso, no debió
pasar, no era el momento, y ninguno lo pensó-dijo Bárbara tragando saliva, le
estaba costando más de lo que pensó, Santos la entendía, en buena parte se sentía
igual que ella-Por favor, vete-dijo Bárbara encaminándose a la puerta y abriéndola
para dejar que Santos saliera, pero el parecía pegado al piso
-Bárbara...-Santos se acercó
a ella, quiso tocarla pero ella parecía dolida, prácticamente lo empujo a la
calle, y Santos no quiso resistirse más, Bárbara lo saco de la casa y cerró la
puerta, pero Santos no se fue, se quedó en la puerta de la casa de Cecilia, al
igual que Bárbara dentro de la casa-Bárbara...perdóname, yo no quería que las
cosas terminaran así, yo jamás te lastimaría con intención, te lo juro-dijo
Santos con la voz rota, dejando escapar unas lágrimas de arrepentimiento,
Bárbara lo escuchaba detrás de la puerta, se había esforzado por no llorar
delante de él, pero ahora le resultaba imposible contener el llanto.
-Bárbara, que
paso?-pregunto Cecilia al ver a la castaña sentada en la puerta, con los ojos
inundados de lágrimas, sin duda la sorprendió, Cecilia lo noto en su mirada, se
acercó a ella y la miro cálidamente-Entre por la puerta de atrás, vimos a
Santos en la puerta y decidí venir yo primero-dijo Cecilia mientras Bárbara se
calmaba un poco, Cecilia la miro y sintió un nudo en la garganta y abrazo a la
castaña con ternura, quizá como nunca lo había hecho y es que nunca la había visto
así, y no era para menos, Bárbara no opuso resistencia, en esos momentos
necesitaba de Eustaquia, su nana, la extrañaba, pero Cecilia se había vuelto lo
más cercano a una familia, y ahora por fin se había mostrado ante ella como
nunca, como no dejaría que nadie más la viera...
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Cuando Bárbara se calmó
un poco más y se desahogó con Cecilia, Sofía, Alonso y Fabián entraron a la
casa con los mellizos, quienes nada más ver a su mamá corrieron a abrazarla y
no dejarla ni un minuto tranquila, haciendo a Bárbara sentir mucho mejor nada
mas de verlos y estar con ellos...Por su lado, Santos se había escapado a la
poza de los suspiros, perdidos en sus recuerdos y pensamientos...
--------Día siguiente...
Santos había decidido
arriesgarse un poco más, sabía que tenía cosas que aún no podía aclararse, el
asunto de Antonio y Bárbara aun lo atormentaba pero después de lo que había
pasado el día anterior, las dudas no le daban paz, había esquivado a Adriana
todo el día y ahora estaba llegando al Miedo, sabía que Bárbara no se lo
pondría fácil pero ahora le tocaba a el confiar ciegamente en ella y tratar de
comprender las cosas...Quizá no era fácil, y más siendo el, sus dudas no eran
pocas, pero quizá alguna explicación habría...
-Casilda, puedes decirle
a Bárbara que vengo a ver a los niños, y si puede salir ella también?-pregunto
Santos al entrar a la hacienda, pero el gesto que hizo Casilda no le dio buena
espina
-Patrón, la Doña no está aquí,
y los niños tampoco-dijo Casilda como si él ya lo supiera, Santos frunció el
ceño, primero pensó que quizá seguía en casa de Cecilia, pero luego una dudo lo
asalto y prácticamente corrió al cuarto de los mellizos, era notable que
faltaban juguetes y ropa, y las maletas que tenían en el closet no estaban,
Santos torció el gesto
-Bárbara, que
hiciste?-pregunto Santos apretando los puños al entrar a la habitación que compartieron
ambos, y al abrir su closet noto la falta de ropa de Bárbara, Santos se llevó
una mano al rostro, frustrado, se apresuró a salir de la hacienda, tenía que
averiguar a donde se había marchado su mujer, si, su mujer, porque lo seguía
siendo, para bien o para mal...
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Adriana estaba terminando
de arreglarse frente a su tocador, se miró una última vez y se dio por
satisfecha con su aspecto, cuando tocaron a su puerta, con demasiada
insistencia pensó ella, así que se apresuró a abrir y en cuanto lo hizo Ángel
paso sin más a su casa, con la furia marcada en su rostro, Adriana se desconcertó
y cerró la puerta
-Se puede saber quién te
dio permiso de entrar así? Que te pasa?-pregunto Adriana molesta
-Bárbara se fue del
Arauca!-grito Ángel mirándola con furia, Adriana arqueo las cejas y sonrió-No
te atrevas a mirarme así, eres tan estúpida que la dejaste escapar! Por tu
maldita culpa se fue del pueblo!-gritaba Ángel con histeria, Adriana se limitó
a sentarse en su sofá cómodamente, Ángel daba vueltas por la sala
-No se por qué tanta
histeria, yo la quería muerta, pero ya que no se pudo...lejos no esta tan
mal-dijo Adriana como si nada, Ángel la miro furioso y se apresuró a acercarse
a ella, la tomo del cuello, ahorcándola, Adriana se sorprendió y trato de zafarse
-Eres una estúpida-dijo
Ángel sin soltarla-Ella no podía irse sin firmarme unos papeles, idiota!-grito
Ángel poniendo más fuerza en su agarre-Estuve a un paso de tener todo lo que es
de ella, todo!-grito Ángel furioso-Pero tenías que meter tus narices y tratar
de matarla, y claro...ahora se fue-dijo Ángel soltándola de golpe, Adriana lo
miro matadoramente y trato de normalizar su respiración, se llevó una mano al
cuello
-Es una cobarde, se escapó-dijo
Adriana con dificultad, Ángel la miro incrédulo y rio
-No cabe duda que tu
cerebro se dañó-dijo Ángel riendo-Bárbara Guaimaran va a regresar, estúpida-dijo
Ángel como si fuera obvio-Y cuando vuelva, va a estar bien...fuerte, y entonces
sí, puedes prepararte por que no se va a quedar de brazos cruzados, menos
ahora-dijo Ángel molesto, Adriana lo miro un momento, tosía por la falta de
aire de hace unos momentos.
-----------Tiempo después....
Lejos del Arauca, en una
habitación que lucía muy cómoda, espaciosa, donde se encontraba Bárbara
acompañada de los mellizos, Barbarita y Félix quienes estaban jugando muy
concentrados en la cama, riendo y ajenos a los pensamientos de su madre, quien
miraba por la ventana, no observaba algún punto específico de aquella vista,
solo estaba perdida en sus pensamientos, habían pasado unos meses en los que había
tenido tiempo para pensar las cosas y aclarar otras, pero ya era hora de que
regresara, nunca estuvo en sus planes irse definitivamente, solo el
necesario...
-Mami, ya vamos a ver a
papá?-pregunto Félix mirando a la castaña que se sentó en la cama con ellos,
los dos pequeños habían crecido en ese tiempo, eran dos niños despiertos y su
inocencia los mantenía lejos de todo lo que pasaba, Bárbara paso una mano por
los cabellos del niño y sonrió
-Sí, mi amor, ya vamos a
regresar a la casa-dijo Bárbara besándolo y acercándolo mas a ella, Barbarita
se acercó a su madre y se acomodó en sus piernas, haciendo sonreír a la
castaña-Y tu princesa, quieres ir a ver los caballos otra vez?-pregunto Bárbara
tiernamente, la niña sonrió, confirmando los pensamientos de la castaña-Si, mi
amor...ya es hora de regresar a casa, y arreglar todo de una buena vez y por
todas-dijo Bárbara para sí misma, sonriendo ampliamente, ya se encargaría de
todo cuando regresara