martes, 21 de enero de 2014

DM2.-Capitulo 26-"Accidente"

"Hay historias de amor que terminan como empezaron, dejandonos con mas preguntas que respuestas" 
Al amanecer del día siguiente, en la recamara principal del Miedo, Bárbara aun dormía sobre el pecho de Santos, profundamente dormida, aunque Santos se había despertado hace varios minutos, limitándose a deslizar sus dedos suavemente sobre la espalda desnuda de Bárbara...
-Que voy a hacer contigo-murmuro Santos con un gesto de confusión, pocos segundos después Bárbara comenzó a moverse, se apartó de Santos sin decir nada y busco su bata tirada en el suelo, bajo la cama, cuando la tomo, comenzó a vestirse en silencio, sin siquiera mirar a Santos, quien la miro extrañado
-Que miras?-pregunto Bárbara al levantarse de la cama, y notar su gesto de confusión-No piensas vestirte?-pregunto Bárbara con naturalidad, Santos la miro incrédulo
-Vestirme?-replico Santos incorporándose en la cama-Quieres que me vaya?-pregunto Santos incrédulo, Bárbara asintió
-Me trataste como una prostituta en Altamira, no lo recuerdas?-pregunto Bárbara fingiendo recordar
-Te pedí perdón, nos besamos, hicimos el amor, tú me correspondiste!-casi grito Santos indignado, Bárbara asintió cruzada de brazos, Santos negó con la cabeza-No te entiendo-se quejó Santos levantándose de la cama cubriéndose con la sabana
-No hace falta, doctor-dijo la castaña encogiéndose de hombros y negando con la cabeza-Te voy a decir lo mismo que tú me dijiste a mí una vez, en esta misma recamara...-Bárbara se acercó a él, para tentarlo-Hice el amor contigo, pero no puedo dormir contigo dame tiempo-dijo Bárbara con un gesto de malicia, Santos la miro matadoramente, Bárbara tomo la camisa de Santos y su pantalón tirados en el piso y se los tendió
-No estás hablando en serio-dijo Santos sonriendo incrédulo, Bárbara rodo los ojos, y Santos tomo su ropa, negó con la cabeza-Cuanto a que te convenzo de lo contrario...-dijo Santos tomándola de la cintura y besándola intensamente, Bárbara le correspondió y lo tumbo de nuevo en la cama sin dejar de besarlo, busco bajo la almohada y encontró lo que buscaba

-Cuanto a que te lleno de plomo si no sales de mi cama-dijo Bárbara amenazándolo con su revolver en el cuello, Santos se tensó y la miro matadoramente, se apartó de ella y tomo su ropa, Bárbara no lo dejaba de apuntar
-Por qué te acostaste conmigo?-pregunto Santos mientras se ponía su pantalón, Bárbara sonrió
-Por que quise-dijo Bárbara como si nada-Porque tú me amas, pero todavía dudas de mí, todavía me crees una cualquiera-dijo Bárbara seria, Santos trago saliva, tenso-Y de paso para que tu víbora se trague su veneno-dijo Bárbara inocentemente, Santos rodo los ojos y torció el gesto
-No podemos ser normales, verdad?-se quejó Santos poniéndose la camisa, Bárbara negó con la cabeza
-Para que no sufras tanto, y veas que no soy tan desgraciada puedes quedarte en la sala, en el cuarto de los niños o en el de visitas-dijo Bárbara sonriendo con descaro, Santos apretó los puños con rabia contenida, sin creer lo que ocurría
-Que considerada, voy con mis hijos-dijo Santos evidentemente indignado, Bárbara asintió y dejo de lado el revolver

-Me puede dejar dormir, doctorcito?-pregunto Bárbara sonriéndole maliciosamente, Santos se encamino a la puerta y abrió, pero Bárbara lo detuvo antes de irse-No te confíes tanto, Santos, que un día puedes llegar a buscarme y no te dejare entrar a mi cama-dijo Bárbara sin temblar la voz, Santos se tensó y salió de la habitación, dejando a Bárbara con un gesto de satisfacción.
------ Al día siguiente...

Bárbara despertó con una leve sonrisa en los labios, las náuseas le habían dado tregua es mañana, se dio un baño sin prisa y se arregló como estaba acostumbrada, en cuanto estuvo lista salió de su recamara para dirigirse a la de sus hijos, pero en la sala vio a Ángel entrar, Bárbara arqueo las cejas y se acercó a él con un gesto de resignación
-Tan temprano por aquí, Angelito?-pregunto Bárbara con un gesto de burla-Con razón apestaba a rata-dijo Bárbara cruzándose de brazos, Ángel sonrió con descaro
-Yo diría que apesta a serpiente-dijo Ángel riendo al mirarla fijamente, Bárbara rio y negó con la cabeza
-No, la víbora es la que se la pasa rondando Altamira, pero tranquilo que esa víbora no va rondar mucho rato más-dijo Bárbara con ironía, Ángel rio levemente, y en sus labios se formó una sonrisa maliciosa, al ver a Santos salir del cuarto de los mellizos, Ángel miro a Bárbara fingiendo no haber visto a Santos y se acercó más a ella...
-Que hace tu maridito aquí?-pregunto Ángel en un susurro al acariciar su rostro, fingiendo para que Santos los viera, Bárbara torció el gesto
-Está viendo, verdad?-pregunto Bárbara sabiendo la respuesta, Ángel sonrió ampliamente y asintió, Bárbara estaba de espaldas a Santos, quien miraba la escena con chispas en los ojos y los puños apretados-Eres una maldita rata, desgraciado, infeliz-murmuro Bárbara al ver como Ángel se acercaba, sin dejar de sonreír


-Yo también, mi amor, yo también te amo-dijo Ángel sonriendo descaradamente, antes de enredar sus dedos en el cabello de Bárbara y acercarse para besar sus labios intensamente, la castaña rodo los ojos y se dejó besar, clavando sus uñas en el brazo de Ángel, y mordiendo su labio para lastimarlo, Ángel se apartó de ella y la miro con descaro, Santos no se aguantó más y se acercó para intervenir, con un gesto de pocos amigos
-Perdón por interrumpir, pero los niños reclaman a su madre-dijo Santos señalando la habitación, conteniéndose como nunca para no golpear a Ángel, quien ahora tenía a Bárbara rodeada de la cintura, con una sonrisa de diversión
-Qué curioso, yo no los he escuchado llamarme-dijo Bárbara sonriéndole a Santos con descaro, Santos la mato con la mirada, Bárbara miro a Ángel y señalo a Santos-Ah sí, el doctorcito tenía ganas de estar con sus hijos, durmió con ellos, no podía negarme a su petición tan...formal-dijo Bárbara con toda la ironia posible, conteniendo la risa de ver la cara que tenia Santos, Ángel arqueo las cejas y asintio
-No te preocupes, amor, que cuando te mudes a mi hacienda, conmigo, el doctor Luzardo no podrá molestarte tanto como él quisiera-dijo Ángel con una mirada tierna para Bárbara, tomando su rostro entre sus manos y plantándole un suave beso, Santos aparto la mirada apretando los puños, Bárbara aparto sutilmente a Ángel

-Perdón? Mudarse, estas imbécil-rio Santos con burla, Bárbara se limitó a mirarlo, mientras que Ángel arqueo las cejas-Bárbara no va a dejar el Miedo nunca, y menos para irse a una hacienda donde tu trabajas como capataz-dijo Santos señalándolos
-De hecho, Santos, si lo hará, y más porque yo soy el dueño de esa hacienda, no dije nada cuando llegue, porque había escuchado rumores sobre ciertas cosas, y preferí mantenerlo en secreto, no me gusta...alardear de mis propiedades-dijo Ángel con aire de superioridad para molestarlo, Santos se tensó, Bárbara arqueo las cejas y miro a Ángel, quien asintió
-Aun así, Bárbara no va a irse a vivir contigo, menos con mis hijos, ella jamás dejaría el Miedo, mejor vete sacando esas estúpidas ideas de la cabeza, y pon los pies en la tierra, ella te está usando pedazo de imbécil, para darme celos, para molestarme-dijo Santos señalándolo amenazante, Bárbara arqueo las cejas y fingió inocencia, mientras que Ángel rio divertido
-Pues eso solo lo sabe ella, ella va a decidir si quiere irse conmigo o quedarse, y en cuanto a que me está usando para darle celos-Ángel paso su mano delicadamente por el hombro de Bárbara, enfureciendo a Santos-No creo que haga falta, se te notan a mucha distancia, además, a mí no me importa que me use-rio Ángel divertido-Veras, Santos, ella me quiere, está conmigo porque quiere, y yo estoy feliz, el que perdió fuiste tú, no yo, y el que se está...destrozando el hígado del coraje eres tú, no yo-dijo Ángel con tranquilidad, Bárbara arqueo las cejas y se mordió el labio inferior, Santos lo miro matadoramente

-Además, doctor Luzardo, le recuerdo que el que se fue de aquí fue usted, el que dijo que no me quería mas fue usted, y yo no doy explicaciones de donde vivo, ni con quien, así que mejor deje de creerse mi dueño-dijo Bárbara cruzándose de brazos, Santos rodo los ojos y encamino a la salida, al pasar junto a Ángel se detuvo para mirarlo matadoramente
-Tranquilo, Santos, yo la voy a cuidar, no pienso dejar escapar a la mujer más hermosa del Arauca, sería un verdadero imbécil si la perdiera-dijo Ángel con una amplia sonrisa de descaro, Bárbara arqueo las cejas y rodo lo ojos, Santos apretó los puños y no pudo contenerse, le dio un puñetazo a Ángel que lo hizo retroceder un par de pasos
-Yo mejor me voy de aquí-dijo Santos furioso, mirando a Bárbara de mala gana, Ángel asintió y se acercó a la castaña, abrazándola de la cintura, para molestar más a Santos, quien negó con la cabeza y apretando los puños salió de la hacienda,  en cuanto Santos salió de la hacienda Bárbara se apresuró a empujar a Ángel lejos de ella, Ángel rio

-Quita tus sucias manos de mí, desgraciado
-Eres un animal-dijo Bárbara mirando a Ángel quien reía a pesar de tener una mano en el rosto, adolorido, Ángel reía divertido-Quita tus sucias manos de mí, desgraciado-dijo Bárbara torciendo el gesto, Ángel rio y asintió
-Como si no te gustara, querida-se burló Ángel divertido, Bárbara no dudo en doblarle la cara de una cachetada que le dejo roja la mejilla-Y esa por qué fue?-pregunto Ángel con una mano en el rostro
-Por imbécil, y por qué se me da la maldita gana-dijo Bárbara duramente, Ángel rodo los ojos
-Te enojaste, mi amor?-pregunto Ángel con ironía y un gesto de diversión, Bárbara rio y lo miro matadoramente-Huy esa mirada, devoradora, quieres abusar de mí?-pregunto Ángel señalándose y riendo
-Lo que quiero es matarte, animal-dijo Bárbara con frustración, Ángel fingió decepción
-Es una lástima, ya que no puedes-dijo Ángel acercándose a ella y jugando con un mechón de su cabello, Bárbara lo miro matadoramente, Ángel no se inmuto
-No te matare, pero te cortare la mano si no me sueltas ya mismo-amenazo Bárbara duramente, Ángel asintió y se alejó de ella
-Ya escuchaste, mi amor, te mudas a mi casa, si quieres compartimos la cama-dijo Ángel con ironía, Bárbara rodo los ojos y torció el gesto. 

-Entonces es cierto que eres el dueño de la hacienda, comencé a sospecharlo cuando supe que mentías sobre quien eras-dijo Bárbara mintiendo, Fabián ya le había informado de aquello cuando le revelo su identidad-Y como por que me mudaría contigo?-pregunto ella irónicamente
-Por qué es lo que más me conviene-dijo Ángel riendo despreocupado-Prepara tus cosas, mañana mismo te mudas conmigo si es posible-dijo Ángel serio, antes de mirarla de arriba a abajo y salir de la hacienda, Bárbara torció el gesto.
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Antonio estaba en su casa, acostado en su cama mientras miraba el techo de su recamara, le parecía tan extraño el silencio que había, la soledad de la casa, extrañaba a Cecilia y a su hijo, pero ya no sabía qué hacer para recuperarlos...Antonio fue sacado de sus pensamientos al escuchar que llamaban a su puerta, sin muchas ganas se dirigió a abrir, y se llevó una gran sorpresa al descubrir que se trataba de Cecilia, quien lo miraba fijamente, entro a la casa y cerró la puerta

-Mariposa...que haces aquí?-pregunto Antonio con dificultad, Cecilia trago saliva, lo miro detenidamente y se lanzó a abrazarlo fuertemente, Antonio la estrecho más, Cecilia lo beso como si no hubiera un mañana, besándolo intensamente y con todo el amor que se tenían, se separaron cuando el aire les hizo falta
-Te amo, Antonio-murmuro Cecilia con los ojos humedecidos, Antonio sonrió ampliamente y volvió a besar sus labios con dulzura-Perdóname por no confiar en ti-dijo Cecilia al tomar su rostro, Antonio negó con la cabeza
-No importa, entiendo por qué dudaste, no era una situación muy clara-dijo Antonio sonriéndole cálidamente, acariciándola, Cecilia sonrió-Te amo, mariposa-murmuro Antonio con ternura, Cecilia se dejó besar de nuevo, enredando sus brazos alrededor del cuello de su marido, Antonio intensifico el beso, ambos encaminaron a la recamara sin dejar de besarse un momento...
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Santos estaba poco más que furioso, llego al pueblo con el pensamiento aun en las palabras de Ángel y Bárbara, maldiciendo mentalmente llego a casa de Adriana y toco la puerta, espero un par de minutos a que Adriana le abriera la puerta y sin decir nada entro a la casa, bajo la mirada sorprendida de Adriana, quien cerró la puerta y lo miro extrañada
-Santos, que gusto, que...-Adriana no continuo hablando, Santos la miro fijamente y sin más la tomo del cabello para besarla intensamente, sin darle tiempo a replicar, Adriana le correspondió de igual manera, Santos no perdió más tiempo y la guio hasta el sofá, tumbándola en el sin dejar de besarlo, Adriana se dejaba llevar, disfrutando cada caricia y cada beso, con movimientos rápidos despojo a Santos de su camisa y beso su cuello, pero noto algo que la hizo detenerse
-Qué pasa?-pregunto Santos mirándola y queriendo besarla de nuevo, pero Adriana lo miro seria y se fijó mejor en el cuello de Santos, notando una marca, miro a Santos molesta

-Estuviste con ella-dijo Adriana torciendo el gesto y empujándolo para apartarlo de ella, indignada-Eso te lo hizo esa salvaje, verdad?-pregunto Adriana señalándolo acusadoramente, Santos se tensó y no dijo nada, Adriana asintió y rio sin ganas-Te saco de su cama y viniste a quitarte las ganas conmigo, Santos?-pregunto Adriana furiosa, Santos trago saliva, Adriana negó con la cabeza
-Adriana...-Santos no pudo seguir, Adriana se acercó a él de nuevo, pero esta vez para doblarle la cara de una cachetada, Santos no se inmuto, Adriana lo miraba enfurecida
-Lárgate de mi casa, Santos, ve a ponerte de rodillas como siempre terminas haciéndolo con esa mujerzuela que te engaña cada que se le da la gana-dijo Adriana señalándole la puerta, Santos desvió la mirada-Eres un idiota, a ella le encanta jugar contigo y tú siempre terminas cayendo en su juego-dijo Adriana dolida, Santos torció el gesto y sin más tomo su camisa del suelo y salió de la casa de Adriana sin decir nada.
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Ángel estaba en el despacho de su abogado, ciertamente las intenciones que tenían no eran del todo legales, pero sin duda ambos saldrían beneficiados, Ángel estaba sentado frente al escritorio de su empleado, quien le tendió una carpeta
-Ahí esta lo que pediste, has que ella firme ese documento y toda su fortuna será tuya-dijo el abogado sonriendo maliciosamente, Ángel arqueo las cejas
-Ahora me toca lo más difícil que firme-dijo Ángel levantándose de la silla, el abogado también se levantó-Primero se deja matar a cederme todo lo suyo-dijo Ángel riendo
-Entonces cásate con ella-dijo el hombre riendo, Ángel arqueo las cejas y lo miro con curiosidad-Si ella se divorcia y tú te casas con ella y si por casualidades de la vida llegas a divorciarte...te quedas con la mitad de su dinero-dijo el abogado con malicia, Ángel sonrió ampliamente
-Y si enviudo...me quedo con todo y nadie podría reclamar-dijo Ángel pensativo-Seria más sencillo hacerla firmar antes de matarla-se dijo Ángel mentalmente antes de salir del despacho del abogado, quien negó con la cabeza al no entender su última reacción

----------Cuando la noche cubrio el Arauca, las cosas parecian en calma, el silencio y la paz parecian habitar el Miedo...
Bárbara estaba en la sala del Miedo, jugando con Barbarita y Félix en el sofá de la sala, reía al verlos sonreír, estaba atenta a ellos, cuando vio a Cecilia y Antonio llegar a la hacienda con Toñito, sonrió ampliamente al ver a los tres, se levantó del sofá para saludarlos
-Mi amor!-rio Bárbara al saludar a Toñito y besarlo en la mejilla-Tan guapo como siempre, no te pareces en nada a tu padre-dijo Bárbara abrazándolo cálidamente, Cecilia rio y Antonio rodo los ojos con resignación, el niño se acercó a jugar con los mellizos
-Estos dos cada día están mas grandes-dijo Antonio acercándose a saludar a Bárbara y a ver a los pequeños, Cecilia hizo lo mismo-Se parecen a ti-dijo Antonio después de besarlos y mirando a Bárbara-Esperemos que eso cambie con el tiempo-bromeo Antonio, Bárbara arqueo las cejas ante el gesto divertido de Antonio

-Quería hablar contigo, ya sabes a que me refiero-dijo Cecilia con un poco más de seriedad, Bárbara asintió y señalo al despacho, Cecilia asintió y ambas se encaminaron, dejando a Antonio con curiosidad en la sala, en cuanto entraron cerraron la puerta del despacho
-Supongo que quieres saber sobre Adriana y Ángel-dijo Bárbara arqueando las cejas-Ya te llego el chisme de mi nuevo amante-rio Bárbara con ironía, Cecilia la miro con seriedad, Bárbara rio-Esta bien, como te había dicho, todo fue una trampa de Adriana-dijo Bárbara sentándose en una de las sillas, Cecilia hizo lo mismo
-Pero como sabes que Adriana es hija de Castel?-pregunto Cecilia confusa, Bárbara rio
-Gracias a Fabián y Alonso-dijo Bárbara sonriéndole-Ella quería vengarse de mí por su padre, pero no contaba con que Santos fuera mi marido, así que...sus planes cambiaron, pero sin duda quiere verme muerta-dijo Bárbara directamente, Cecilia la miraba incrédula
-Es demasiado para mí-dijo Cecilia negando con la cabeza, Bárbara asintió-Y Ángel? Porque estas con él?-pregunto Cecilia directamente, Bárbara torció el gesto-No me vayas a decir que de verdad lo quieres porque me levanto y me voy de aquí-dijo Cecilia segura, Bárbara asintió
-A ti no te voy a mentir, pero necesito que guardes el secreto, ni siquiera Antonio puede saberlo porque iría derechito con Santos a soltar la lengua-dijo Bárbara seriamente, Cecilia titubeo pero termino asintiendo
-Me estas comenzando a asustar, Bárbara-dijo Cecilia preocupándose, Bárbara suspiro

-Ángel ya conocía a Adriana antes de llegar aquí-dijo Bárbara sutilmente, Cecilia la miraba expectante-Es hijo de Meléndez-dijo Bárbara sin más, Cecilia se sorprendió, iba a preguntar pero Bárbara se le adelanto-Si, el tipo que me violo cuando era una niña-dijo Bárbara asintiendo-Fue casualidad que se encontraran los dos aquí, pero con el mismo objetivo-dijo Bárbara seria, Cecilia asimilaba todo lo mejor posible
-Destruirte a ti-dijo Cecilia asombrada, Bárbara asintió-Y cómo puedes estar tan tranquila aquí?-pregunto Cecilia levantándose de la silla y mirándola incrédula- Deberías hacer algo, denunciarlos, decirle a Santos, yo que se-dijo Cecilia nerviosa, Bárbara arqueo una ceja
-Ya estoy haciendo algo, no puedo hacer más-dijo Bárbara, Cecilia tomo asiento de nuevo-Adriana no sabe que yo estoy enterada de todo esto, Ángel y yo hicimos un trato, el me conto todo esto y yo...estoy con él por eso-dijo Bárbara tragando saliva-No he sido su mujer, y aun no tengo claro lo que ese infeliz quiere de mí, pero no puedo tocarlo, si llego a matarlo...él tiene pruebas que me hundirían y acabaría en la cárcel-dijo Bárbara suspirando
-Por eso estas con él?-pregunto Cecilia, Bárbara asintió-Esto es demasiado confuso
-Lo sé, Ángel me quiere con él para tener contenta a Adriana, y así ella puede acercarse al incauto de tu sobrino-dijo Bárbara conteniéndose- Créeme con gusto la mataba, he estado a punto de hacerlo, pero si la toco...-Bárbara arqueo las cejas y rodo los ojos
-Santos se va a enfurecer contigo y ahí si lo pierdes para siempre-dijo Cecilia comprendiendo todo, Bárbara asintió-Supongo que ya tienes algo en mente, y por favor dime que no incluye asesinatos-pidió Cecilia cerrando los ojos, Bárbara torció el gesto
-Por ahora no, tengo que ocuparme de Ángel, le estoy haciendo creer que voy a hacer lo que él quiera, solo para ganar tiempo, pero necesito a Alonso y Santos lejos de esos asuntos, además necesito a la víbora lejos de Santos-dijo Bárbara pensativa, Cecilia asintió
-Entiendo-dijo Cecilia-No deberías alejarlos, es peligroso, y con Adriana yo podría ayudarte en algo, no sé...hablar con Santos, o...-Bárbara negó con la cabeza, Cecilia rodo los ojos
-Con lo de Adriana no quiero que te metas-dijo Bárbara señalándola seria-Esa mujer es peor de lo que crees, y si fue capaz de enredarte a ti y a Antonio en todo esto, sin mayor problema, es mejor que te mantengas lejos-dijo Bárbara segura, Cecilia asintió
-Falta algo que no sabes-dijo Cecilia, Bárbara la miro extrañada-El hijo que estas esperando es de Santos-dijo Cecilia, Bárbara asintió confusa-Adriana tiene una grabación, te grabo hablando por teléfono con Alonso...la noche que paso lo que paso-dijo Cecilia, Bárbara se tensó y torció el gesto-La descubrí hace poco, y no quiso decir nada
-Maldición, ya sé de qué llamada hablas, es que estaba confundida, Alonso y yo nunca tuvimos nada, pero yo llegue a creer que sí, es una larga historia, que ahora tengo que solucionar-dijo Bárbara con frustración, tocaron la puerta del despacho y ambas se miraron al levantarse de sus asientos

-Interrumpo algo?-pregunto Antonio al pasar, ambas negaron con la cabeza-Las terneras se quedaron en la sala con los niños-se explicó Antonio al acercarse a abrazar a su mujer
-No, estaba diciéndole a Cecilia que ustedes deberían hacer un viaje, con el niño, para alejarse de tanto problema que han tenido, para relajarse, les caería bien una luna de miel, por llamarlo así-dijo Bárbara inocentemente, Cecilia la miro advirtiéndole que no
-Es buena idea, mariposa-dijo Antonio mirando a Cecilia sonriendo-No hemos viajado, y a Toñito seguro le encanta la idea-dijo Antonio, Cecilia forzó una sonrisa
-Además, así Santos no va a poder meterse donde no lo llaman, dudo que le guste la idea de verlos juntos de nuevo, después de lo que paso-dijo Bárbara torciendo el gesto, Antonio asintió de mala gana-Es más, yo les regalo el viaje-dijo Bárbara inocentemente
-No!-dijo Cecilia mirándola seria, conociendo sus intenciones de alejarlos del Arauca-No podríamos dejar que hagas eso-dijo Cecilia sonriendo, Bárbara rio despreocupada
-El dinero no es un problema para mí, y no acepto un no como respuesta-dijo Bárbara segura, Antonio rio-Es un regalo para mi sobrino, así que preparen todo y mañana mismo pueden salir de viaje a donde ustedes elijan-dijo Bárbara cálidamente, Antonio miro a Cecilia, quien termino por asentir ante la mirada de Antonio y Bárbara
-------------------Al día siguiente...

Santos estaba en su despacho, revisando unos papeles, tratando de concentrarse aunque no lograba conseguirlo, sus pensamientos estaban más confusos que nunca, y sentía que terminaría por volverse loco
-Puedo pasar?-pregunto Adriana al tocar y abrir la puerta, sacando a Santos de sus pensamientos y levantando la mirada para verla, Santos asintió, Adriana entro al despacho, Santos se levantó de la silla para acercarse a ella, la miraba sorprendido
-No creí que quisieras verme-dijo Santos encogiéndose de hombros, Adriana asintió
-Así era-dijo Adriana mintiendo, aunque por dentro estaba más que satisfecha-Pero no puedo dejar de pensar en ti-confeso Adriana acercándose más a él, Santos desvió la mirada
-Perdóname por lo de ayer-pidió Santos incomodo, Adriana asintió
-Sé que no quisiste, estabas enojado, me atrevo a decir que celoso, y te entiendo...Si te frene ayer, es porque quería que te dieras cuenta de que no vale la pena que sufras por Bárbara, yo quiero estar contigo, hacerte olvidarla, hacerte feliz...-Adriana se acercó a el hasta rozar sus labios, pasando su mano por su rostro, Santos no decía nada-Pero quería que lo pensaras con la cabeza fría, no en un momento de arrebato como ayer-dijo Adriana forzando una sonrisa
-Eres demasiado buena conmigo-dijo Santos sonriendo sin ganas-Tienes razón, pero tampoco puedo arrancarme a esa mujer del pecho, del pensamiento, la tengo demasiado metida en el corazón-confeso Santos encogiéndose de hombros-Me ha hecho mil cosas por las que debería odiarla y aun así la amo-dijo Santos negando con la cabeza, Adriana se contuvo
-Lo entiendo, pero si tú quieres olvidarla de verdad, yo te voy a ayudar, solo decídete-dijo Adriana sonriéndole cálidamente, acariciándolo, Santos trago saliva, a su mente llegaron todos los recuerdos malos...la imagen de Bárbara con Antonio en la cama, sus peleas recientes, y las palabras de Ángel resonaron en su mente...Eso le basto para que en un impulso, tomara a Adriana del rostro y le plantara un beso, que ella correspondió.
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Bárbara salió del Miedo, tenía que hablar con Santos cuanto antes, pero al salir al jardín se topó con Alonso, quien al verla alterada la detuvo, mirándola extrañada
-Hey, tranquila, fiera-bromeo Alonso al verla nerviosa, ella rio un poco-Mejor, que pasa?
-Alonso...tu eres de las mejores cosas que me han pasado-sonrió Bárbara tocando su rostro, haciéndolo sonreír-Pero no puedes quedarte aquí, ya no puedes protegerme aquí, tienes que irte-dijo Bárbara duramente, Alonso la miro duramente
-Quien te amenazo? Por qué hablas así?-pregunto Alonso renuente, Bárbara negó-Bárbara, que pasa?-pregunto Alonso serio, Bárbara asintió
-Voy a vivir con Ángel-dijo Bárbara sin más, Alonso la miro incrédulo-No quería decírtelo porque sé que no es fácil para ti-dijo ella mintiendo-El me confeso lo de Adriana, nos acercamos desde hace un tiempo y ahora...-Bárbara se encogió de hombros
-No te creo-dijo Alonso negando con la cabeza-Me quieres lejos de aquí para no interferir, que tienes en mente?-pregunto Alonso, Bárbara rodo los ojos
-Ya te lo dije, no es más que eso, no te metas, perdón, pero es mejor que te vayas, y también Fabián y Sofía, este lugar no es para ustedes-dijo Bárbara duramente, antes de abrir la puerta de la camioneta y subir, Alonso la vio salir del Miedo de prisa, sin entender nada.
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Bárbara iba camino a Altamira, dispuesta a contarle todo a Santos antes de que Adriana se decidiera a darle la grabación que tenía, no quería que las cosas empeoraran aún más...En cuanto llego a la hacienda estaciono la camioneta y bajo de prisa, pero al entrar a la casa quedo inmóvil, palideció y sintió el estómago revuelto al ver a Santos y Adriana besándose, Santos no se oponía, Bárbara desvió la mirada un momento y respiro profundo
-Bravo!-interrumpió Bárbara al aplaudirles con burla, haciéndolos separarse y mirarla sorprendidos de verla ahí, Santos hizo el intento de soltar a Adriana, pero ella lo retuvo-Que cuadro más...asqueroso-dijo Bárbara negando con la cabeza-Imaginaba que caerías, mi amor, pero no creí que fuera tan rápido-dijo Bárbara cruzándose de brazos, dolida

-Bárbara, que haces aquí?-pregunto Santos mirándola fijamente, Bárbara tenía la mirada clavada en Adriana, quien parecía triunfante ante ella, Bárbara rodo los ojos
-Venía a hablar contigo, pero...ya no tiene importancia, mejor me voy-dijo Bárbara dando media vuelta, pero antes de poder irse Santos se soltó de Adriana y la alcanzo a tomar del brazo, haciéndola detenerse
-No te vayas, yo quiero hablar contigo-dijo Santos algo incómodo, noto la mirada que Bárbara le dio y sin titubear la soltó, no pretendía tentar su suerte
-Estabas muy...-Bárbara miro a Adriana y sonrió con descaro-Entretenido, mejor dejamos esto para después-dijo Bárbara torciendo el gesto, pero Santos la miro insistente, Bárbara rodo los ojos-A solas, en el despacho, y que tu viborita se largue-dijo Bárbara arqueando las cejas, Santos se contuvo y miro a Adriana un momento
-Me disculpas un momento, ya regreso-dijo Santos mirando a Adriana, miro a Bárbara y la tomo del brazo para asegurarse de que no huyera, encaminaron al despacho, Santos cerró la puerta y miro a Bárbara-De que querías hablar?-pregunto Santos serio, Bárbara rodo los ojos
-De mi hijo, pero mejor me voy, esa escenita que vi me revolvió el estómago-dijo Bárbara con burla, quiso salir pero Santos la detuvo cuando paso cerca de él, reteniéndola de la cintura, quedando cerca, ambos se miraron

-Querrás decir nuestro hijo, es un Luzardo-dijo Santos sin soltarla, Bárbara se destenso un poco y asintió-Sé que desconfié, pero ese hijo es mío, y no me vas a hacer cambiar de opinión-dijo Santos seguro, Bárbara se sintió mas aliviada
-Y si alguien te dijera que no es tuyo? Si hubiera algo que hiciera parecer que no lo es?-pregunto Bárbara mirándolo fijamente a los ojos, Santos la miro a sus ojos y sonrió un poco, acaricio su rostro
-Sé que no soy perfecto, y que tú y yo tenemos muchos problemas pero...yo sé que en esto no hay mentiras-sentencio Santos, Bárbara asintió y desvió la mirada
-Te creo, confiare en ti una vez más-dijo Bárbara, Santos hizo un gesto de confusión-Te están esperando-recordó Bárbara a Santos, quien asintió pero no la soltó
-No me acosté con ella-dijo Santos, adivinando sus pensamientos, Bárbara rio
-Pero lo harás-adivino Bárbara dolida, Santos estaba serio-Esa víbora no te dejara escapar
-Y tú te mudaras con tu amante?-pregunto Santos, deseando que lo negara, Bárbara rio sin ganas, Santos se apartó de ella de mala gana-No sé ni para que pregunto-se quejó Santos

-Por la misma razón por la que estas con Adriana-dijo Bárbara duramente, Santos la miro serio, Bárbara se acercó a el-Por celos-dijo Bárbara arqueando las cejas-Te mueres de celos y de rabia al pensar que pueda estar con alguien más-lo provoco Bárbara pasando su mano por su rostro-Que alguien más me haga el amor, me bese...-Bárbara le rozo los labios, Santos se tensó-Por eso estas con ella-susurro Bárbara cerca de él, estremeciéndolo
-A ti nadie te va a amar como yo-dijo Santos tomándola del cabello para retenerla, sin lastimarla-Nadie te va a besar como yo-dijo Santos mirando sus labios, pegándola mas a el-Y nadie te va a hacer el amor como yo, porque tú y yo somos pasión...-Santos la beso intensamente, enredando sus dedos entre los cabellos castaños de Bárbara, quien correspondió de igual manera-Amor...-continuo Santos cerca, sintiendo sus respiraciones cerca-Somos todo...-dijo Santos tomando su rostro y besándola de nuevo, miro sus ojos y sintió como le dolía el pecho-Y al mismo tiempo no tenemos nada-dijo Santos alejándose de ella, Bárbara contuvo las lágrimas que amenazaban con salir

-Espero que tu víbora no te envenene-dijo Bárbara duramente, antes de salir del despacho, seguida de Santos, Bárbara vio a Adriana en la sala y sonrió ampliamente, se acercó a ella y la miro fijamente-Disfruta a mi marido, porque no creo que lo tengas por mucho tiempo-dijo Bárbara con burla, Santos la vio acercarse a Adriana y se interpuso entre ellas
-Eso crees tú, él es un buen hombre, no se merece estar con una salvaje como usted, que todo lo que le ha provocado es dolor-dijo Adriana provocándola, Bárbara rio
-Hay viborita, cuidado te muerdes la lengua y te envenenas-rio Bárbara mirándola con aires de altanería- Quédate con Santos, te lo dejo, pero eso sí...-Bárbara se acercó más a ella para señalarla-Cada vez que lo toques, cada vez que lo beses, y cada minuto que estés con el...Santos va a estar deseando que sea yo la que este en tu lugar, cuando te bese él va a estar deseando mis labios-sonrió Bárbara, disfrutando de torturar a Adriana-Y cuando te diga que lo vuelves loco, que le gustas...sabrás que piensa en mí, que cada noche que te le metas a la cama va a imaginarme a mí, va a pensar en mi cuando te haga el amor-dijo Bárbara segura, Adriana la miraba matadoramente, apretando los puños

-Bárbara, ya basta!-dijo Santos molesto, Bárbara lo miro y asintió inocentemente
-Ya me voy, los dejo...-Bárbara encamino a la salida, pero antes de irse se dio media vuelta y se acercó a Adriana-Perdón, olvide algo...-dijo Bárbara con un gesto, sonrió descaradamente, y le doblo la cara a Adriana de una cachetada, haciéndola tocarse la mejilla adolorida-Que tengan un bonito día-dijo Bárbara antes de encaminarse a la salida, Santos la siguió para asegurarse de que se marchara, la vio subir a su camioneta y salir de Altamira
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Adriana estaba hablando por teléfono, en la cocina de Altamira, mientras Santos se aseguraba de que Bárbara se hubiera marchado, Adriana se aseguró que nadie estuviese escuchando su conversación…
-Que parte de que la quiero muerta no entendiste?-pregunto Adriana con voz segura y amenazante-No me importa si tienes que destrozarle la camioneta, o meterle 3 tiros en la frente-dijo Adriana de mala gana
-Señora, usted me dijo que solo quería darle un susto-dijo el hombre que había contratado para ese trabajito, Adriana esbozo una sonrisa de maldad, inicialmente lo había planeado para que Bárbara perdiera a su hijo, pero si en el camino perdía la vida ella también, no le caería nada mal
-Para eso te contrate, pedazo de inútil, pero si se te pasa la mano, podrías obtener un dinero extra, solo asegúrate de que sea lo suficientemente grave, para que ella vaya a dar a un hospital-dijo Adriana tajante, colgando el teléfono de mala gana, al tiempo que Santos entraba y se acercaba a ella con un gesto amable, sonriéndole suavemente

-Qué pasa?-pregunto Santos sin imaginarse lo que había detrás de la sonrisa de Adriana-Todo bien?-pregunto Santos mirándola con un gesto de curiosidad-Perdón por lo que...
-No lo digas, no importa ya, y si, todo bien-dijo Adriana sonriéndole levemente, arqueando una ceja, muy pronto, todo comenzaría a darle más ventaja-Vamos a tu despacho? Quiero revisar tu biblioteca, la otra vez vi un libro que me dio curiosidad-rio Adriana despreocupada, tomando la mano de Santos y encaminándose ambos.
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Cecilia, Antonio y Toñito estaban a punto de tomar un bongo, los llevaría a la capital y después a su destino, se estaban despidiendo de Pajarote y María Nieves...
-Se la das a Santos-dijo Antonio dándole una carta a Pajarote, quien asintió y la tomo
-Claro que sí, disfruten de su viaje-dijo Pajarote aun algo confuso-Aunque no entiendo nada, yo se la doy al patrón-dijo el peón encogiéndose de hombros
-Nos vemos, muchachos, por favor, estén cerca de Altamira y El Miedo-dijo Cecilia cálidamente, mientras tenia abrazado a su hijo, los muchachos asintieron
-Adiós, Toñito-se despidió María Nieves, antes de verlos a los tres subirse al bongo y alejarse del puerto.
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Bárbara estaba manejando la camioneta, mantenía la mirada fija en el camino que tenía por delante, ya quería llegar, pero algo la iba a detener, Bárbara miro por el espejo retrovisor de la camioneta y se fijó que otra camioneta le seguía, no le tomo tanta importancia, hasta que noto que comenzaba a acercarse demasiado a ella, trato de apartarse del camino de aquel auto, pero el auto la seguía, y comenzaba a chocar contra la suya, queriendo volcar la camioneta de la castaña, quien por más que trato de evitarlo…perdió el control de la camioneta, en el choque, quedo inconsciente, y con algunas heridas sangrantes…